La reina Isabel II de Inglaterra anuló la recepción que ofrece cada dos años para los empleados de la Casa Real con motivo de la Navidad, al estimar que era necesario "mostrar cierta moderación" en estos tiempos de austeridad económica, indicaron este jueves sus servicios.
"Dado el clima económico actual, se pensó que era apropiado mostrar cierta moderación", declaró a la AFP un portavoz del palacio de Buckingham, la residencia oficial de la soberana británica.
La fiesta bianual estaba programada este año para el 13 de diciembre y unos 1.200 sirvientes y otros empleados de palacio habían sido invitados, según The Sun. La velada, financiada con los fondos privados de la reina, cuesta unas 50.000 libras (80.000 dólares, 57.000 euros), según el diario. El palacio no confirmó estas cifras.
La "Christmas Party" permite al personal de la Casa Real (unos 600 empleados) mezclarse con la familia real en un contexto más distendido. "Es corriente ver a la reina bailar con un lacayo o al príncipe Felipe (su esposo) bailar el vals con una criada", dijo un sirviente entrevistado por The Sun.
El gobierno británico impuso en junio un programa de austeridad sin precedentes que busca eliminar casi todo el déficit público (10,1% del PIB en 2010) del Estado, uno de los más altos entre los países desarrollados.
La austeridad no perdona ni a la familia real, que tuvo que aceptar un congelamiento de la "lista civil", los fondos públicos destinados a los gastos corrientes de la reina y de su esposo.
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