Como son las cosas. Aparte de la derrota que el mismo líder de la revolución no supo explicar, las recientes elecciones parlamentarias aportaron otras sorpresas, como la salida del inspector Mario Isea, quien nunca se perdió una sesión y le ponía suspenso a la Asamblea Nacional con sus denuncias sobre magnicidio; y en cambio, quedó el capitán Francisco Ameliach, cuyas cifras de inasistencias, cuando ejerció la presidencia del Parlamento, deberían figurar en el libro de Récords de Guinness.
En el PSUV dicen que Ameliach se ladilla de estar sentado en una curul sin decir nada, mientras que Isea era todo un espectáculo. Foto: Saúl Uzcátegui
Cort. TalCualDigital
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