Julián Isaías Rodríguez, embajador de Venezuela en España, ocultó supuestamente el expediente de un miembro de ETA que entró ilegalmente en Caracas cuando Rodríguez ocupaba el cargo de fiscal general, según el testimonio facilitado en la Audiencia Nacional por un ex fiscal venezolano declarado testigo protegido.
El diplomático dio instrucciones para que el expediente del miembro de ETA detenido en Venezuela se remitiera a una fiscal de su confianza por expreso interés del Gobierno y desde entonces los fiscales perdieron la pista de la causa penal, de la que nunca más se supo, según asegura el denunciante en un escrito enviado al juez Eloy Velasco, que investiga las presuntas relaciones de ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Venezuela. El embajador no ha respondido a las llamadas de EL PAÍS para recabar su versión.
El testigo protegido trabajó entre 2004 y 2007 junto a Isaías Rodríguez cuando este último era fiscal general del Estado y fue uno de los cinco comisionados para investigar el asesinato del fiscal Danilo Anderson, de 38 años, un vidrioso caso que no ha sido resuelto. Hoy reside en EE UU y el juez Velasco le tomará declaración mediante una comisión rogatoria en las próximas semanas.
El exfiscal relata en su escrito que en 2001 ingresó como fiscal auxiliar del ministerio público de Venezuela en el área metropolitana de Caracas, adscrito a la Dirección de Salvaguarda. La plantilla de esta fiscalía la integraban un fiscal titular, uno auxiliar, un secretario y dos administrativas de los que facilita su identidad. Su predecesor en el cargo tuvo conocimiento de la existencia en dicha fiscalía de una causa penal contra un español que ingresó en Venezuela y fue detenido en el aeropuerto internacional de Maiquetía (Caracas) con 5.000 dólares y un pasaporte español falsificado.
"Lo cierto del caso es que realizando un inventario de las causas penales que había en la referida fiscalía tuve conocimiento de la existencia de ese expediente, el cual fue tomado por la fiscal titular y trasladado hasta la sede de la mencionada Dirección de Salvaguarda ya que dicha fiscal debía salir de vacaciones y manifestó que era un expediente muy delicado ya que se trataba de un supuesto miembro del grupo terrorista ETA", asegura el exfiscal.
La responsable de la Dirección de Salvaguarda le manifestó que ese caso debía "ponerlo de inmediato en conocimiento del entonces fiscal general de la República de Venezuela, Julián Isaías Rodríguez, quien una vez enterado del mismo gira instrucciones precisas (ordena ocultarlo) para que este no regrese a su despacho y sea remitido a un fiscal nacional de su extrema confianza, de nombre Mercedes Prieto, ya que se trataba de un caso donde tenía interés el Gobierno nacional; desde entonces nunca más supimos de la referida causa penal en contra del ciudadano de origen español".
El testigo protegido asegura que el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CIPC) hizo investigaciones preeliminares y presentó un informe donde se señalaba al detenido como miembro de ETA y denunció que entró al país de forma ilegal, pero insiste en que no se iniciaron acciones penales contra él.
El exfiscal venezolano destaca que en noviembre de 2004 fue asesinado el fiscal Danilo Anderson siendo él mismo comisionado por el propio Isaías Rodríguez para investigar el caso, "lo que me permitió un contacto casi a diario con este por lo menos durante los siguientes tres años". Según su testimonio, el hoy embajador le comentó en ocasiones su posición político-jurídica sobre ETA y las FARC. El testigo asegura que se encuentra en el exilio por no haber aceptado "la manipulación" del homicidio del fiscal Anderson, de la que responsabiliza al exfiscal general y hoy diplomático en Madrid. Anderson investigaba el golpe de Estado de 2002 contra Hugo Chávez y murió al estallar explosivos C4 bajo su coche.
La carta, datada en EE UU, concluye con una nota que dice así: "Mis datos personales se encuentran en sobre cerrado por razones de seguridad por lo que le pido respetuosamente la no divulgación de estos y se me considere como testigo protegido".
Isaías Rodríguez se despidió del Rey el pasado 23 de noviembre, pero su supuesto cese no ha sido comunicado al Gobierno. Mantuvo tensas relaciones con el Ejecutivo e insinuó que los etarras Xabier Aristrain y Juan Carlos Besance habían sido torturados cuando implicaron al presunto etarra Arturo Cubillas, funcionario del Gobierno venezolano, con el entrenamiento de miembros de ETA en ese país.
El diplomático dio instrucciones para que el expediente del miembro de ETA detenido en Venezuela se remitiera a una fiscal de su confianza por expreso interés del Gobierno y desde entonces los fiscales perdieron la pista de la causa penal, de la que nunca más se supo, según asegura el denunciante en un escrito enviado al juez Eloy Velasco, que investiga las presuntas relaciones de ETA y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en Venezuela. El embajador no ha respondido a las llamadas de EL PAÍS para recabar su versión.
El testigo protegido trabajó entre 2004 y 2007 junto a Isaías Rodríguez cuando este último era fiscal general del Estado y fue uno de los cinco comisionados para investigar el asesinato del fiscal Danilo Anderson, de 38 años, un vidrioso caso que no ha sido resuelto. Hoy reside en EE UU y el juez Velasco le tomará declaración mediante una comisión rogatoria en las próximas semanas.
El exfiscal relata en su escrito que en 2001 ingresó como fiscal auxiliar del ministerio público de Venezuela en el área metropolitana de Caracas, adscrito a la Dirección de Salvaguarda. La plantilla de esta fiscalía la integraban un fiscal titular, uno auxiliar, un secretario y dos administrativas de los que facilita su identidad. Su predecesor en el cargo tuvo conocimiento de la existencia en dicha fiscalía de una causa penal contra un español que ingresó en Venezuela y fue detenido en el aeropuerto internacional de Maiquetía (Caracas) con 5.000 dólares y un pasaporte español falsificado.
"Lo cierto del caso es que realizando un inventario de las causas penales que había en la referida fiscalía tuve conocimiento de la existencia de ese expediente, el cual fue tomado por la fiscal titular y trasladado hasta la sede de la mencionada Dirección de Salvaguarda ya que dicha fiscal debía salir de vacaciones y manifestó que era un expediente muy delicado ya que se trataba de un supuesto miembro del grupo terrorista ETA", asegura el exfiscal.
La responsable de la Dirección de Salvaguarda le manifestó que ese caso debía "ponerlo de inmediato en conocimiento del entonces fiscal general de la República de Venezuela, Julián Isaías Rodríguez, quien una vez enterado del mismo gira instrucciones precisas (ordena ocultarlo) para que este no regrese a su despacho y sea remitido a un fiscal nacional de su extrema confianza, de nombre Mercedes Prieto, ya que se trataba de un caso donde tenía interés el Gobierno nacional; desde entonces nunca más supimos de la referida causa penal en contra del ciudadano de origen español".
El testigo protegido asegura que el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CIPC) hizo investigaciones preeliminares y presentó un informe donde se señalaba al detenido como miembro de ETA y denunció que entró al país de forma ilegal, pero insiste en que no se iniciaron acciones penales contra él.
El exfiscal venezolano destaca que en noviembre de 2004 fue asesinado el fiscal Danilo Anderson siendo él mismo comisionado por el propio Isaías Rodríguez para investigar el caso, "lo que me permitió un contacto casi a diario con este por lo menos durante los siguientes tres años". Según su testimonio, el hoy embajador le comentó en ocasiones su posición político-jurídica sobre ETA y las FARC. El testigo asegura que se encuentra en el exilio por no haber aceptado "la manipulación" del homicidio del fiscal Anderson, de la que responsabiliza al exfiscal general y hoy diplomático en Madrid. Anderson investigaba el golpe de Estado de 2002 contra Hugo Chávez y murió al estallar explosivos C4 bajo su coche.
La carta, datada en EE UU, concluye con una nota que dice así: "Mis datos personales se encuentran en sobre cerrado por razones de seguridad por lo que le pido respetuosamente la no divulgación de estos y se me considere como testigo protegido".
Isaías Rodríguez se despidió del Rey el pasado 23 de noviembre, pero su supuesto cese no ha sido comunicado al Gobierno. Mantuvo tensas relaciones con el Ejecutivo e insinuó que los etarras Xabier Aristrain y Juan Carlos Besance habían sido torturados cuando implicaron al presunto etarra Arturo Cubillas, funcionario del Gobierno venezolano, con el entrenamiento de miembros de ETA en ese país.
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