Son cuatro los ejes necesarios para garantizar la calidad de vida de los ciudadanos: Educación, Infraestructura, Salud y Seguridad. En los cuatro existe la evidencia corroborada del profundo deterioro en el que los ha sumido la gestión de casi 13 años de Hugo Chávez.
En esta semana destaca particularmente los graves problemas que existen en el sector educación.
El comienzo de las clases de los alumnos del primer nivel esta semana puso de nuevo en relieve:
1) Las malas condiciones de la infraestructura escolar, debido a la falta de inversión y mantenimiento. Mientras el Gobierno incrementa el gasto en armamentos, el presupuesto en educación se mantiene por tres años consecutivos sin variación alguna, en términos reales. Según denuncia el presidente de la Federación Unitaria del Magisterio de Venezuela (Fetramagisterio), Nelson González, "70% de las escuelas están en condiciones deplorables".
2) Los bajos sueldos, la politización, la inseguridad interna en las instituciones públicas, y de nuevo, la falta de inversión en la formación de profesionales ha disminuido significativamente la disponibilidad de personal docente. Según Fetramagisterio, sólo 20% de los colegios poseen el personal docente necesario. Esto influye determinantemente en la calidad de la educación que se está impartiendo, más aún cuando la solución salomónica del Gobierno es aprobar automáticamente las asignaturas que no tengan profesor asignado.
3) La inseguridad. La escuela no escapa de la violencia y la delincuencia que se ha adueñado del país en estos últimos años. En el período enero-agosto de 2012, la Federación Venezolana de Maestros (FVM), recibió por lo menos 47 denuncias de profesores que han sido agredidos, y hasta amenazados de muerte, por sus alumnos. Esto sin contar con otros tipos de violencia que repican las pautas de socialización que rigen en la familia y en el medio social en donde se desenvuelven la niñez y la juventud venezolana.
Éstos son apenas tres de los múltiples problemas que aquejan la educación, los cuales han llevado incluso a bajar la matricula del primer nivel de instrucción, y sin contar con los vacíos legales que introdujo la Ley Orgánica de Educación promulgada en 2009, supuesta a abrir caminos a la "educación liberadora".
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