El recorrido se inició en Santa Rosa (José Cohén)
MARLA PRATO | ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
La paz, el cese a la violencia y la reconciliación de los venezolanos se convirtieron en una sola voz y la principal petición de los devotos y la Iglesia a la Divina Pastora que este sábado 14 de enero realizó su procesión número 156 desde el pueblo de Santa Rosa hasta Barquisimeto, en un recorrido de 8,5 kilómetros.
Unas tres millones de personas acudieron a la fiesta mariana que todos los años se celebra en el estado Lara y que representa la tercera más importante de Latinoamérica, según han señalado autoridades locales y regionales que tuvieron a su cargo junto a la Iglesia la organización de este evento que reúne sin distingo de colores a los venezolanos ya que ha trascendido desde hace rato las fronteras de la entidad.
Artistas y cultores de las artes visuales, entre ellos, los maestros Jesús Armando Villalón y Antonio Vargas que han inmortalizado al ícono religioso de Lara, manifestaron su satisfacción como barquisimetanos de la multiplicación de la fe hacia "la Pastora cuyo culto se inició en Santa Rosa y se propagó por todo el estado hasta llegar a los más recónditos lugares del país y hasta del mundo, ya que cada 14 de enero no solo llegan venezolanos de otros estados sino también devotos de otros países".
Maratón inició la jornada
La jornada se inició a las 5 de la mañana con el maratón en donde participaron maratonistas de Lara y de diferentes partes del país, políticos y personalidades entre ellos, Henrique Capriles Radonski, Leopoldo López, quien estuvo acompañado por su esposa Lilian Tintori; Lorenzo Mendoza, presidente de Empresas Polar, y el gobernador del estado Lara, Henri Falcón, quienes realizaron la edición número 33 de 9,5 kilómetros que van desde El Obelisco hasta Santa Rosa, todo en honor a la visita 156 de la Divina Pastora.
Seguidamente se iniciaron las misas matutinas hasta que se realizó la misa central a las 9 de la mañana y no fue sino después de las once y media cuando la procesión inició su partida hacia Barquisimeto cuyo destino final sería la Catedral.
Tal vez por ser un día sábado, día libre para muchos empleados y trabajadores, la afluencia fue masiva, según señalaron autoridades de Protección Civil y de los cuerpos de seguridad quienes llevaron el control de toda la procesión durante el día.
La Virgen, vestida de dorado y azul, llegó a Barquisimeto, a la avenida Lara a las doce en punto del medio día y el anuncio de su llegada la expresaron sus fieles a través de la explosión de cohetes y el paso casi a ras del cielo de los aviones caza de la aviación, procedentes de la Base Aérea Vicente Landaeta Gil.
Al contrario de otros años, no fue precedida la procesión por el cuerpo eclesiástico sino por sus fieles devotos quienes la rodeaban a pesar de los tres cordones de seguridad impuestos por el jefe del componente militar e integrada por efectivos de la Guardia Nacional, reservistas, policía estatal y estudiantes de la escuela de Policía y de la Universidad.
El gobernador del estado Lara, Henry Falcón, quien estimó en 3 millones el número de asistentes dijo que el momento era propicio para iniciar el camino hacia la reconciliación nacional. "Este año se ve más gente que nunca, el objetivo es que así como se une la gente en este evento religioso, se una todo el país, que pensemos todos y vayamos a la reconciliación nacional que es por lo que estamos luchando".
Promesas para toda la vida
En su ruta hacia la plaza Macario Yépez en donde la Virgen es recibida oficialmente por el cuerpo eclesiástico y las autoridades de la alcaldía de Iribarren, los fieles que cumplían promesas vestidos principalmente de nazarenos y pastoras recorrían parte de los 7,5 kilómetros que representa la ruta de la procesión.
Hugo Rodríguez vestido de nazareno y con una cruz de madera en sus hombros cumple su promesa desde el año 2006 cundo le diagnosticaron diabetes. Pero este devoto no solo pide por él sino por todos los enfermos que yacen en los hospitales y también por la paz en Venezuela.
Vestida de pastorcita, Franyoli Gómez tiene apenas siete años, sufre de una enfermedad crónica en el hígado, según dijo su madre Franyoli Velásquez. Fue desahuciada por los médicos cuando tenía cuatro años y ya han pasado 3 años de eso "porque la Pastora me está cumpliendo el milagro".
Nailet Leal viste de Pastora para cumplir su promesa "hasta que nos quede un soplo de vida, porque las promesas son para siempre". Nailet dice haber recibido el milagro de la sanación de su nieto que estuvo grave cuando nació. De eso hace ya cuatro años. Mientras que Víctor Franco lleva 12 años realizando la caminata porque se salvó de un cálculo en el riñón y de un cáncer.
Mientras, José Omar Pérez, quien viene a la procesión desde hace 27 años, cumple el primero pagando promesa por una enfermedad que sufrió su mamá el año pasado.
Fotos: José Cohen
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