Los rótulos gobierneros hablan de cómo funciona esta revolución, que menos mal no es de la ortografía. En ninguno de los casos hubo corrección, claro. Menos, si es el Caporal el del error, recordando que el propio maestro Aristóbulo asintió con aquel "adquerir". Entonces, ¿qué se puede esperar para un cartel que identifica un edificio público? Los rótulos no se salvan. El propio Samuel Robinson debe darse cabezazos.
Los rótulos gobierneros hablan de cómo funciona esta revolución, que menos mal no es de la ortografía. Curioso, siendo que el gobierno ha basado todas sus campañas electorales desde hace más de media década en los logros de sus misiones, como la Robinson, para aprender a leer y escribir.
Claro, hablamos de quienes han dicho cosas como "adquerir" e "indevolvible". También de quienes han multiplicado 8 por 7 y les ha dado 52. En ninguno de los casos hubo corrección, claro. Menos, si es el Caporal el del error, recordando que el propio maestro Aristóbulo asintió con aquel "adquerir".
Entonces, ¿qué se puede esperar para un cartel que identifica un edificio público? Los rótulos no se salvan. El propio Samuel Robinson debe darse cabezazos.
Cort. TalCualDigital
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