No sé si se han dado cuenta de que los muchachos del Alba han perdido voz y presencia en el escenario regional. Casi ni se les siente. No sé si es porque Evo anda carajeando a los indios o el histérico de Correa se está dando tortazos con la prensa o Cuba anda demasiado atareada tratando de implantar el capitalismo.
Pero aquellos los de entonces ya no son los mismos, digo, aquella patota que asaltaba la OEA, cuchillo al cinto, para defender al gran revolucionario Zelaya, par de Allende según el Fidel senil; o creían que había comenzado un proceso revolucionario similar al de los bolcheviques que se extendería por la América toda, el Norte incluido, y a la larga por el orbe entero. No sé si es por las elecciones venideras o por la enigmática enfermedad pero el propio Chacu parece haberse olvidado del marxismo-leninismo y esas destemplanzas y anda de santo en santo y, dicen, de babalao en silbones; sin olvidar su natural nerviosismo por las primarias y el 7 de octubre.
Lo cierto es que los afanes domésticos han disminuido en el grupete la pasión por la Patria grande.
Hay un raro caso reciente que podría servir de termómetro de este decaimiento.El presidente Obama le dio hace poco una nalgada a nuestro caudillo, señalando que Venezuela era una rémora, manejable, para la democracia en América Latina. Era de esperarse que el aludido respondiera con algunos gruñidos y palabrotas como es costumbre, pero no. Antes por el contrario, con una enorme calidez, le expresó su deseo vehemente de estrecharle la mano, como lo hacía con Clinton, y atribuyó los desaguisados imperiales a sus subalternos y a una distancia suya con el subcontinente que debía ser superada y que un reencuentro entre ambos se vislumbra en un futuro promisor. Y eso después de estar todavía caliente el asunto de la cónsul expulsada por terrorista y el cierre del consulado mayamero para jorobar a nuestros conciudadanos de esa tierra escuálida, pero que es ya tan nuestra.
Con Chávez uno no sabe casi nunca los resortes cerebrales que se le activan cuando hace esas cosas inesperadas, dando rienda suelta a cualquier especulación de los analistas especializados, desde la bipolaridad congénita hasta secretas transacciones o audaces cálculos estratégicos, pasando por amenazas de los servicios de inteligencia gringos, quién quita que vinculados a Rangel Silva que está tan de moda.
Nosotros queremos agregar lo nuestro en esta competencia de hipótesis. Dicen los entendidos que Obama gana la reelección sin lugar a dudas. Y las gana con la mano izquierda: equidad como norte de la nación, impuestos a los ricos, castigo a los banqueros maulas, reconversión de parte del presupuesto militar para gastos sociales, regular la situación de los inmigrantes, primavera árabe, salida de Irak... Lo que anuncia un liderazgo que, seguramente, aplastará a los caciques del Sur, devotos de un Castro gaga o un Gadafi que debe estar disfrutando de las delicias del cielo islámico. Y quién quita que hasta termine por leerse Las venas abiertas de América Latina que le obsequió con tanta vehemencia el día feliz que pudo acercarse al afrodescendiente más famoso del mundo.
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