FOTO: RENIER OTTO
La bota militar versus el zapato de goma. La fuerza pública versus las esperanzas rotas. Los damnificados llevan más de un año en refugios, sin casas, con puras promesas y más y más retrasos
La bota militar versus el zapato de goma. La fuerza pública versus las esperanzas rotas. Los damnificados llevan más de un año en refugios, sin casas, con puras promesas y más y más retrasos. En enero ya están cansados, y no hay un día que no tomen la calle pidiendo que les paren un poquito. Que les cumplan, como si fuera mucho pedir que un gobierno atienda las expectativas que él mismo generó. Cuando despunta el alba, toman la calle y la calientan. Luego llega la PNB e intenta enfriarla. Mientras, lo único congelado es la entrega de viviendas, el cumplimiento de las deudas habitacionales y la capacidad de respuesta ante quienes se debaten entre sobrevivir malviviendo o regresar a las zonas de riesgo a que el destino les regale un día más con vida, como escribió Ryszard Kapuscinski.
NDO/TalCualDigital
La bota militar versus el zapato de goma. La fuerza pública versus las esperanzas rotas. Los damnificados llevan más de un año en refugios, sin casas, con puras promesas y más y más retrasos. En enero ya están cansados, y no hay un día que no tomen la calle pidiendo que les paren un poquito. Que les cumplan, como si fuera mucho pedir que un gobierno atienda las expectativas que él mismo generó. Cuando despunta el alba, toman la calle y la calientan. Luego llega la PNB e intenta enfriarla. Mientras, lo único congelado es la entrega de viviendas, el cumplimiento de las deudas habitacionales y la capacidad de respuesta ante quienes se debaten entre sobrevivir malviviendo o regresar a las zonas de riesgo a que el destino les regale un día más con vida, como escribió Ryszard Kapuscinski.
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