A la propaganda política algunos la califican como un arte. En toda publicidad, incluyendo la electoral, los mensajes van más allá de los mostrados. En el efecto juega, incluso, dónde se ponen esos mensajes. En nuestro país, las calcomanías de candidatos terminan adornando hasta pipotes de basura, dejando la puerta abierta a las interpretaciones. Eso está pasando en estas primarias donde, sin embargo, una de las vallas más llamativas es la de María. Ella llama a votar duro (y femenino) justo al lado de un conocido hotel que sirve para hacer otras cosas, también con esa intensidad. ¿Subtexto? No sabemos. Curiosamente, el eslogan del hotel es el que usó Manuel Rosales en la campaña presidencial de 2006, "Atrévete". Además, un cuerpo y un rostro. Pensando mal, nos ponemos a unir todo eso y sale que hay que atreverse a votar duro, desde cero bolívares fuertes. ¿El dedo entintado servirá para alguna promoción dura?
Cort. TalCualDigital
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