Por: VenEconomía
Hoy son las exequias de Hugo Chávez, aunque según se anuncia estará en cuerpo presente en la capilla ardiente en el Fuerte Tiuna por siete días más. Este viernes, Nicolás Maduro será juramentado por la Asamblea Nacional como Presidente interino, luego de lo cual es de suponer se anunciará la fecha de las elecciones, las cuales tendrían que celebrarse dentro de los 30 días consecutivos siguientes a la muerte de Chávez.
No obstante, hay quienes afirman, que de nuevo se saltarán la norma constitucional y los comicios se fijarían para dentro de unos 45-60 días.
Independientemente de la fecha cuando se vaya a las urnas, la realidad es que los venezolanos dentro de muy corto tiempo deberán elegir a la persona que dirigirá sus destinos para los tiempos difíciles que están por venir. También independientemente de quien sea el elegido, Nicolás Maduro, Henrique Capriles Radonski, o cualquier otro, tendrán por delante que enfrentar espinosos problemas de toda índole.
En lo económico, encontrarán una PDVSA que no da para más. Por muy alto que esté el precio del petróleo, dada la escuálida producción y los barriles comprometidos con los préstamos a futuro, PDVSA no podrá mantener el nivel de gasto para servir las prebendas que estatuyó Hugo Chávez. El acceso a financiamiento externo, tan recurrido por el comandante, no será tan expedito ni siquiera con los socios chinos.
A la inflación no se le ve como contenerla, aún cuando en febrero se mostraron cifras relativamente bajas producto del buen tiempo y factores estacionales que empujaron a la baja las hortalizas, los tomates y las cebollas.
El problema de la escasez tampoco se resolverá a corto plazo, debido entre otras, a los puertos colapsados, la sequía de divisas, la falta de materia prima y de otros componentes indispensables para la producción de las industrias nacionales.
Los problemas sociales como escasez de viviendas, sistema de salud colapsado, insuficiencia de fuentes de empleo y la inseguridad a galope serán fuentes de presión y protestas.
Esto aunado a un país dividido políticamente en dos toletes.
El reto es grande para quien asuma el mando para el próximo sexenio y las medidas que se deben tomar son de difícil asimilación para una mayoría de venezolanos que fueron convencidos por la propaganda oficial que el país estaba boyante y en crecimiento.
VenEconomía no percibe que Maduro y su equipo tengan la visión de conjunto para aplicar los correctivos impostergables para girar el rumbo socio económico de Venezuela. Y aunque, se percibe que la Unidad Democrática y Capriles sí tienen claro cual es el camino a tomar, también les será una tarea ardua y compleja desmontar las mentiras de estos 14 años y sortear la impronta de un proceso que se enquistó en toda la institucionalidad democrática.
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