Lamentablemente hoy en Venezuela es difícil salir de las malas noticias para comentar hechos positivos que protagonizan los venezolanos en las diferentes áreas del quehacer humano.
Por ejemplo, este 11 de septiembre el gran médico y científico Jacinto Convit, arribó a su 100 años de vida, una vida plena de logros y descubrimientos, donde destaca su aporte al combate de la lepra, la leishmaniasis y más recientemente contra algunos tipos de cáncer.
Nominado al Premio Nobel de Medicina en 1988, por el descubrimiento de la vacuna contra la lepra, y merecedor del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1999.
Pero esa celebración centenaria tan importante pasó bajo la mesa porque los titulares y los análisis se enfocaban en el hecho de que el día anterior, el 10 de septiembre¸ el gobierno de Venezuela daba un paso más para equipararse con otros gobiernos dictatoriales al formalizar su salida del Sistema Interamericano de los Derechos Humanos. Este es uno de los peores saltos hacia atrás en materia de respeto de los derechos humanos que ha dado Venezuela. El gobierno con ello volvió a mostrarse como un infractor en la materia, como lo corroboran muchas de las acciones en curso que violan la libertad de expresión y de información, entre las últimas la investigación abierta contra el Diario 2001, cuyos directivos fueron citados por el Ministerio Público, luego de que a Nicolás Maduro no le gustara el titular “La gasolina se echa a cuenta gotas”, y los acusara, enjuiciara y sentenciara públicamente el jueves 11 de octubre, ordenando meter presos a los responsables del artículo.
Otro ejemplo, el 1º de octubre de este año el economista venezolano Andrés Ricardo Gluski,fue nombrado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como su asesor en materia de exportaciones. Una noticia que también pasó desapercibida para la opinión pública, no tanto porque es un asunto que atañe al “imperio”, sino porque la escasez y la inflación mantienen agobiada a la población que debe hacer largas colas para conseguir leche, harina o papel higiénico, para al final pagar por ellos una buena tajada de su salario diario. Y porque la mejor respuesta que daba hasta ese día el Organo Superior de la Economía, supuesto a garantizar el abastecimiento y la distribución de alimentos a la población en momentos cuando Maduro inventa una guerra económica, fue poner al quinto estamento de la FANB, la Milicia, como cajeros en los supermercados.
Y este 14 de octubre, poco se pudo celebrar el nuevo logro de Maickel Melamed, ese valiente adulto joven de 38 años, que superando las dificultades físicas que lo acompañan desde su nacimiento, completó el Maraton de Chicago en casi 17 horas, el que se suma a los maratones de Nueva York y Berlín ya conquistados por el venezolano con su bandera nacional en mano.
Ese lunes 14 de octubre, los malos presagios que despertaba el Centro Estratégico de Seguridad y Protección ocupaban la atención de los analistas.
Vale recordar la reseña de Andrés Armero en Marca.com que dice que en ese largo día de desafío Melamed expresó: “Vinimos a correr un maratón y terminamos corriendo una carrera de obstáculos”, comentó en relación a los "peraltes de las aceras y a las continuas subidas y bajadas". Y termina Armero “sin embargo, con el apoyo de todo un pueblo, Melamed volvió a sacar lo mejor de un cuerpo débil en apariencia, pero de granito en su interior”.
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