En la página 10 de la edición de ayer del diario Últimas Noticias había dos titulares que se contradecían. Uno de ellos aseguraba “No se puede hablar de ruido de sables”; mientras el segundo decía “Presos 30 oficiales por conspirar”.
El primero era una afirmación del general y jefe del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional, Vladimir Padrino López, hecha en el programa de José Vicente Rangel que transmitió Televen. El segundo correspondía a “fuentes de alto nivel en Miraflores”.
Las fuentes del palacio presidencial son obvias, pues la referida noticia está firmada por el director del diario, Eleazar Díaz Rangel, quien el pasado sábado entrevistó a Nicolás Maduro. En esta segunda nota, el periodista pretende darle fuerza a la versión del golpe, involucrando en la conspiración a un supuesto dirigente de la oposición. Seguramente es el mismo que tenía planificado el asesinato de Leopoldo López. ¿Por qué no está preso? ¿Por qué no presentan las pruebas? Pura paja.
La irresponsabilidad con que maneja esta materia el Gobierno es una demostración de la falsedad de la supuesta conspiración. Este debe ser el golpe más anunciado y conocido del mundo.
Todo movimiento de ese tipo se pone en evidencia solo cuando los militares se alzan de verdad, cuando los tanques salen a la calle. Si son descubiertos antes, pues van presos y punto. Aquí se han dado los nombres de cinco oficiales, tres de ellos de la Aviación, quienes, según los conocedores del mundo militar, cumplían funciones administrativas. Difícil dar un golpe manejando una computadora.
Y mientras inventan conspiraciones para justificar las muertes, represión, torturas y encarcelamientos que se han producido desde el pasado 12 de febrero, y que no han parado, el domingo volvieron a violar la Constitución, aquella que era la mejor del mundo, con un desfile en el que participó un componente militar no contemplado en la carta magna: la milicia.
La sede del palacio presidencial fue el punto final de la marcha en la que participaron estos milicianos para conmemorar el regreso de Hugo Chávez el 13 de abril de 2002, luego del golpe de Estado por medio del cual Pedro Carmona Estanga se convirtió en presidente por unas horas. Por cierto que la épica chavista siempre ha repetido que el pueblo rescató a Chávez, pero el pasado domingo el soberano como que estaba haciendo cola para completar el mercado, porque a Miraflores no fue.
Lo que también se comprobó es que a Maduro y compañía las palabras expresadas por Henry Ramos Allup durante el encuentro del pasado jueves tuvieron su impacto. Los discursos que pronunciaron los pusieron en evidencia. El líder adeco les pidió ser serios a la hora de hablar de golpes, y respetar lo establecido en la Constitución en cuanto a los componentes de la FAN y su apoliticismo. Les recordó a los chavistas una frase de su amado líder: dentro de la Constitución todo, fuera de la Constitución nada. Sería bueno, por el bien del país, que su “hijo” y demás herederos empiecen a cumplir este mandato. Que deje de ser un burladero para seguir engañando al país. Ya es hora.
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