LUIS MENDOZA/TalCualDigital
Para muchos temporadistas es casi una tradición aprovechar los días de asueto para disfrutar de la playa y una comida frente al mar, sin embargo realizar esta actividad podría ser un lujo que no todos tendrán la oportunidad de costear durante la Semana Santa.
En el bulevar de las playas de Macuto, en el estado Vargas, donde se reúne un importante grupo de restaurantes y locales alimenticios, son elevados los precios de la comida.
Un plato, sin una bebida que le acompañe, puede llegar a costar hasta más de Bs 500, y el más económico supera Bs 180. Mientras que las entradas como los tostones, dependiendo de su presentación, oscilan entre los Bs 80 y Bs 160, y el popular coctel "rompe colchón", o "vuelve a la vida", tiene un valor de 100 a 150 bolívares.
Para Javier Ortega, temporadista y quien asegura visitar dichas playas cada año desde que era un niño, esta situación "es una exageración. La comida está muy cara y no te sirven nada", afirma.
Según Ortega, visitar esa zona durante la temporada alta y fines de semana es saber que se gastará mucho dinero, y agrega que "la última vez que vine con mis niñas y mi esposa, pagué en un restaurante casi 950 por todos. Pero ¿qué se le hace? Hay que pagarlos".
La resignación de Javier Ortega es compartida por otros vacacionistas, tal es el caso de Raúl Mejías, quien sostiene que "uno tiene que estar preparado para gastar el dinero, si se quiere dar un lujo con la familia".
Sin embargo, señala que para poder ahorrar "muchas veces hemos tenido que traer la comida hecha de la casa, y sólo compramos algo de tomar", Mejías, quien es natural de Caracas, añade que el dinero que logra conservar en esos momentos le sirve para costear el pasaje ya que "el precio de los autobuses para bajar hacia el estado Vargas es de Bs 30", mientras que para subir a la ciudad capital, "depende de la hora porque he pagado hasta 60 por persona".
PRECIOS INJUSTIFICADOS
Por su parte, un trabajador de un conocido hotelrestaurante ubicado en el bulevar de Macuto, quien no quiso revelar su identidad por temor a perder su empleo y para preservar su seguridad, denunció que los precios de las comidas en los locales que están a orillas de la playa, son "excesivamente exagerados" debido a que "ellos no pagan casi nada.
Nosotros cancelamos impuestos, agua, luz, empleados, y otras cosas que ellos no pagan". El informante enfatizó que en el restaurante donde labora, el pescado lo compran en Coche, mientras que los dueños de los locales lo adquieren directamente de las lanchas por lo que "les sale mucho más barato".
Asimismo el vocero denunció que "existen personas que tienen su negocio redondo en la orilla de la playa, haciéndose pasar por empleado de los locales", explicando que "estas personas le llevan la carta del menú a la gente, toman la orden, la compran en los negocios, y luego se la revenden a las personas a un precio más elevado".
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