GUILLERMO YÁBER LLANOS/E ISRAEL PACHECO VELÁSQUEZ
VALENCIA (Enviados Especiales) /Meridiano
Los Navegantes del Magallanes comenzaron la tercera final en la historia ante los Leones del Caracas exactamente como terminaron las dos anteriores, con paliza y arepas incluidas 9x0.
La victoria en Valencia marca, al menos, una seguidilla de 18 entradas corridas en finales de ceros para los magallaneros ante los Leones, esto no hizo más que enterrar el dedo en la yaga de un ya herido corazón melenudo, que pareciera que cuando a finales se refiere, no puede con su eterno rival.
Se sabía que la apuesta de ambos conjuntos en la lomita era arriesgada, por un lado Raúl Valdez y por el otro Ramón Ortiz, pero el segundo no pudo ni sacar un out y la emboscada magallanera temprano fue suficiente para sentenciar temprano a los Leones.
Lo que comenzó con lo que parecía un inocente error de Gregorio Petit con el primer bateador de la baja de la primera entrada, se convirtió rápidamente en seis hits de forma corrida, incluyendo dos dobletes, que de un momento a otro le daban ventaja al Magallanes de 4x0.
Caracas apenas había tenido tiempo de estirar sus piernas y ya estaba completamente contra la pared y Ramón Ortiz se vio obligado a marcharse a las duchas antes de lo pensado.
Esto alteró por completo cualquier tipo de plan que podrían haber establecido Dave Hudgens y Rich Sauver, quienes no tuvieron más remedio que recurrir a su bullpen en la primera entrada.
La apuesta de José Ortegano en la primera entrada sirvió para que no hicieran más daño, pero ya cuando salió en el segundo inning fue bateado y con fuerza por su rival.
Un infield de Emilio Bonifacio parecía que terminaba en nada cuando lo pescaron con un pitcheo afuera, pero justo cuando lo tenían en el corre y corre, Jesús Guzmán perdió la bola y esto permitió al veloz corredor estacionarse en la tercera.
Elevado de sacrificio de Robinson Chirinos lo trajo al plato para el 5x0, luego de dos outs, sencillos corridos de Alex Escobar y Michael Ryan pusieron hombres en las esquinas, el 6x0 pisó el plato con doblete de Luis Landaeta y el 7x0 cuando Caracas cometió un wild pitch.
Ya para ese momento el Caracas parecía un equipo sin alma, con limitada capacidad de reacción y apenas consiguiendo su primer hit con el noveno bateador de su alineación.
Ray Oliveros entró a lanzar en la tercera y el Magallanes aprovechó para terminar de sentenciar el encuentro, luego de dos outs y con corredor en primera, doblete de Reggie Corona en una jugada en la que fácilmente se le pudo haber cargado error a José Castillo puso el 8x0. Robinson Chirinos emuló a su compañero y trajo a Corona a casa, con lo que eventualmente sería el definitivo 9x0.
El Caracas simplemente nunca tuvo poder de reacción y el Magallanes simplemente puso el buque en alta mar de allí en adelante, dejando que los suaves vientos del Caribe guiasen su rumbo a puerto conocido y seguro, otra victoria por paliza y arepa, ante su eterno rival, los Leones del Caracas, en una final de la LVBP.
No hay comentarios:
Publicar un comentario