Foto cortesía de AP
Por JESSICA GRESKO/The Associated Press
WASHINGTON -- Una tormenta de nieve se abatió el sábado sobre la región media de la costa estadounidense del Atlántico con tal intensidad que el presidente Barack Obama la calificó jocosamente de "Nevadagedón" aludiendo al "Armagedón" que simboliza el fin del mundo.
La nieve caía con tanta rapidez en la capital de la nación que las cuadrillas no daban abasto para retirarla y las autoridades pidieron a los residentes que se quedasen en sus casas para poder despejar las calles a tiempo para iniciar la actividad normal el lunes.
Los lugares más famosos de Washington DC estaban cubiertos hasta con 60 centímetros (dos pies) de nieve.
Tihana y Jarrett Blanc desistieron de movilizarse en automóvil y decidieron sacar como pudieran a pasear a su perro Héctor por el noroeste de Washington durante lo que los meteorólogos pronosticaron como la mayor tormenta en la capital en la historia moderna.
"Nuestro automóvil quedó atascado. Ni intentamos sacarlo", dijo la mujer.
La tormenta derribó árboles y dejó sin electricidad a cientos de miles de usuarios en Washington, Virginia, Virginia Occidental, Maryland, Delaware, Pennsylvania y Nueva Jersey. En muchos sitios la acumulación era semejante a la de Washington.
Muchos residentes se apresuraron a hacer sus compras el viernes anticipándose a la tormenta.
Cientos de accidentes automovilísticos se reportaron en la región, aunque sólo dos fatales: un hombre y su hijo que murieron cuando ayudaban a otro automovilista en Virginia. El sábado, la mayoría no podía conducir porque sus automóviles estaban sepultados y los caminos intransitables.
En Ellicott City, Maryland, Christine Benkoski dijo que trataba de despejar 60 centímetros (dos pies) de nieve. "He estado aquí durante una hora y mi único objetivo es llegar hasta la calle", dijo.
Obama, veterano de la nieve de sus días en Chicago, regresó de pronunciar un discurso al Comité Nacional Demócrata en la reunión invernal del partido y agradeció a los demócratas por "estar dispuestos a enfrentar la tormenta Nevadagedón".
Las aerolíneas cancelaron vuelos, muchas iglesias cancelaron su servicio dominical y Amtrak y los trenes suburbanos pararon. Algunos se preguntaron si quedarán aislados en sus casas durante varios días.
En el aeropuerto internacional de Dulles, parte del techo de un hangar se desplomó y dañó algunos jets privados pero no hubo heridos, dijo Courtney Mickalonis, vocera de la autoridad aeroportuaria de la zona metropolitana de Washington. Agregó que las cuadrillas trabajaron durante toda la noche pero que la nieve caía con mayor rapidez de lo que podían despejarla.
La nevada se produce menos de dos meses de la tormenta del 19 de diciembre, que arrojó más de 40 centímetros (16 pulgadas) de nieve en Washington.
Las nevadas de esta magnitud -ni qué decir dos en una misma temporada- son inusuales en el área. Según el Servicio Meteorológico Nacional, Washington sólo ha recibido más de 30 centímetros (un pie) de nieve sólo 13 veces desde 1870.
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