Por: VenEconomía 05feb10
Rodrigo Valdés, el tercer hombre fuerte del régimen castrista, traído por Chávez a Venezuela sería la mano opresora que sustentará la consolidación de la dictadura comunista castro-chavista.
Con la permanencia de Valdés en Venezuela, se amalgamaría la cesión que ha hecho Chávez a Cuba de áreas estratégicas básicas para la seguridad nacional.
La presencia cubana en Venezuela es una de las entregas más ignominiosas de un país a un gobierno extranjero que se haya conocido. Y es, por decir lo menos, un sarcasmo el que sea Hugo Chávez, el supuesto paladín de la soberanía venezolana, el que haya postrado a la patria a los pies del régimen castro-comunista.
Desde el anuncio aquél donde Chávez afirmó que su meta era llevar a Venezuela a ser un símil de Cuba "la isla de la felicidad", han sido muy pocos los Aló Presidente, en los que el mandatario no se haya jactado del "invalorable aporte" que da la dictadura de Fidel Castro a los venezolanos. "Aporte" que recompensa ampliamente el Gobierno de Chávez, con casi 100.000 b/d de petróleo que da a Cuba prácticamente gratis.
Y por si esto fuera poco, no existe área o sector del país donde no haya impuesto la presencia de los agentes del régimen cubano.
Uno de los primeros sectores invadidos por la gesta dictatorial cubana fue el de salud, a través de la Misión Barrio Adentro. Miles de "médicos" cubanos irrumpieron en barriadas y pueblos venezolanos a través de los módulos de la misión, donde a la par de prestar atención primaria de salud hacen labor "concientizadora" de las virtudes del comunismo. Según cifras oficiales estos "galenos" llegan hoy a más de 30.000, sin contar con más de 6.000 especialistas dedicados a "la formación" de médicos integrales y tecnólogos de la salud en Venezuela.
Otros dos sectores sujetos a la penetración cubana son el de educación con más de 300 "colaboradores" y el de deportes donde unos 4.544 técnicos deportivos estarían ayudando a "masificar la práctica del deporte y la educación física".
Cuba también tiene el control de puertos y aeropuertos; transporte; en el sistema productivo agroindustrial; en el alimenticio; construcción y turismo, entre otras. A lo que se suma ahora el eléctrico.
Sin embargo, lo que más debería alarmar a la población es la entrega a Cuba del Sistema de Identificación Nacional, y la de los registros públicos y notarias, porque con ellas se controla al ciudadano, su identidad, sus documentos y sus propiedades.
Chávez también firmó un acuerdo bilateral con La Habana que permite a personal policial y de seguridad estatal cubano realizar en Venezuela tareas de inteligencia y policiales que constitucionalmente sólo deberían estar a cargo de funcionarios venezolanos. El Presidente venezolano incluso ha adoptado las doctrinas militares cubanas de defensa y seguridad nacional.
Para vergüenza de todos los demócratas, hoy Castro se ha adueñado del país no con una invasión sangrienta como pretendió en los años 60, sino entregada en una servil bandeja por Hugo Chávez.
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