Por EFE/LA HABANA
Reyna Tamayo, madre del preso cubano muerto tras una huelga de hambre de 83 días, Orlando Zapata, exigió el lunes al gobierno el acta de defunción de su hijo y la exhumación del cuerpo, en el primer día de protestas de las Damas de Blanco por el séptimo aniversario del encarcelamiento de 75 disidentes.
"Llevo un dolor muy profundo porque la sección 21 (oficina del gobierno) no ha entregado el documento del fallecimiento'', declaró Tamayo a periodistas durante un acto de ese grupo de familiares de los condenados en la llamada "Primavera Negra'' del 2003, acusados de ser "mercenarios'' a sueldo de Estados Unidos.
"Todavía esta madre, con este dolor, no tiene el documento oficial de la muerte de su hijo. Lo están negando. Yo no sé, en realidad, de qué murió mi hijo'', denunció Reyna Tamayo.
"Que el mundo conozca que están torturando a esta madre. Quiero que se sepa en todo el mundo que mi hijo fue asesinado premeditadamente, lo fueron debilitando (...) hasta que lo pasaron al (centro penal habanero) Combinado del Este, donde ellos decían que estaban los mejores médicos'', añadió.
Tamayo exige "una exhumación para que vean que mi hijo sufrió una golpiza el 26 de septiembre''.
"Ellos dicen que aquí no hay tortura, (pero) aquí sí se tortura, porque mi hijo sí ha sido torturado y este gobierno tiene que reconocer que me arrebataron de mi corazón a ese joven negro de 42 años, que (...) nunca claudicó ni en los últimos momentos'', afirmó.
La mujer dijo también que ha conversado con el opositor Guillermo Fariñas para pedirle que abandone la huelga de hambre que mantiene desde hace 20 días en la ciudad central de Santa Clara.
Fariñas, que ha estado más de 11 años preso y ha protagonizado otros 22 ayunos, comenzó el último para pedir al gobernante cubano, general Raúl Castro, como "gesto humanitario'', que excarcele a 26 presos políticos que, según la oposición, están muy enfermos.
"Le pedí que nadie hiciera huelga ni en prisión ni nada, que sólo quería una lucha pacífica contra el régimen'', explicó Tamayo.
Lo mismo declaró Laura Pollán en nombre de las Damas de Blanco, que opinan que Fariñas "está haciendo algo heroico porque está exponiendo su vida'', pero que ellas no apoyan los ayunos "porque lo más importante que tiene un ser humano es la vida''.
"Desgraciadamente, los muertos no pueden luchar'', expresó Pollán, una de las fundadoras del grupo femenino, que este año denominó "Zapata vive'' a la primera jornada de su semana de protestas.
Agregó que la muerte de Zapata "no sólo está marcando un antes y un después en las Damas de Blanco y en los presos políticos, sino en la oposición, en los cambios en Cuba (...) Ha hecho que reaccione la comunidad internacional, porque hasta hace muy poco muchos países veían de forma indolente nuestra situación''.
"Le agradecemos mucho al Parlamento Europeo que haya sido tan enérgico en esta ocasión. Desde hace dos años en que habían quedado suspendidas las sanciones (de la UE) a Cuba, las Damas de Blanco habíamos planteado nuestra inconformidad, porque estábamos sufriendo todas esas violaciones'', aseguró Pollán.
"Desgraciadamente, para que se hiciera de forma casi masiva como ha sido, tuvimos que poner un muerto y eso es lamentable'', añadió.
Por otra parte, dijo que ha hablado con la mayoría de los condenados en la "Primavera Negra'', que siguen rechazando el planteamiento del gobierno cubano de canjear su libertad por la de cinco agentes cubanos condenados por espionaje en Estados Unidos.
Los presos, afirmó Pollán, "prefieren cumplir hasta el último día que ser cambiados por espías, porque ellos son sencillamente defensores de los derechos humanos que quieren un cambio en el país y no son mercenarios, porque no son pagados por nadie''.
La semana de protestas de las Damas de Blanco incluirá visitas a iglesias y caminatas por las calles de La Habana.
Tomada de: El Nuevo Herald
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