GUATEMALA (AP) - La primera tormenta tropical del año trajo inundaciones y aludes de tierra desde el sur de México hasta Nicaragua y dejó por lo menos 131 personas muertas en la región.
Decenas más siguen desaparecidos y miles han perdido sus casas, mientras equipos de emergencia se esforzaban el lunes por alcanzar comunidades aisladas luego que caminos y puentes fueron destruidos por la tormenta.
Los informes indicaron que los deslaves, correntadas e inundaciones dejaron 108 muertos en Guatemala, 14 en Honduras y nueve en El Salvador.
Por lo menos se reportaron 53 desaparecidos en Guatemala.
Chimaltenango, a unos 50 kilómetros al este de la capital, es una de las áreas más afectadas por la tormenta. Los desprendimientos de tierra cubrieron decenas de comunidades indígenas rurales en la zona.
"Está colapsado el departamento, hay muchos muertos, las carreteras están bloqueadas, los albergues rebasados. Necesitamos agua, víveres, ropa, frazadas pero sobre todo, dinero", dijo el lunes a la AP el gobernador de Chimaltenango, Erick de León.
Las lluvias dejaron al menos 111.000 evacuados en todo el país y miles de viviendas destruidas o dañadas.
La portavoz de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) de Honduras, Vanessa Morales, dijo el lunes a la AP que la tormenta dejó por lo menos 14 personas muertas, cuatro lesionadas, una desaparecida, miles de damnificados y pérdidas aún no estimadas.
"Este día nos dedicaremos a buscar más lesionados y a reconstruir el país", afirmó.
Honduras decretó alerta máxima. Los reportes preliminares establecen que las fuertes lluvias dejaron 3.139 personas evacuadas y otras 3.080 en albergues y 235 damnificadas.
El fenómeno destruyó 63 casas, once puentes, y 2.526 hectáreas agrícolas. Y dañó centenares de casas, carreteras, puentes, escuelas estatales y edificios públicos.
Las aguas del caudaloso río Choluteca partieron en dos un puente tipo bailey entre los barrios El Chile y Miramesí en Tegucigalpa.
El canciller Mario Canahuati afirmó a periodistas que el gobierno ha solicitado ayuda a la comunidad internacional para enfrentar la situación. "Estados Unidos ya puso a nuestra disposición un fondo de 100.000 dólares para atender las primeras diligencias derivadas de la crisis", indicó.
En El Salvador, donde se registraron nueve muertos y 11.000 evacuados, el presidente Mauricio Funes mantuvo el estado de máxima alerta. Señaló que "aunque la tormenta parece estar disminuyendo de intensidad, la situación en todo el país sigue siendo crítica" por la amenaza de deslizamientos de tierra.
El clima soleado con que amaneció Guatemala el lunes permitirá a los cuerpos de socorro y vecinos continuar con las tareas de rescate de sobrevivientes y recuperación de cadáveres.
Además, podrán levantar vuelo las aeronaves para llevar ayuda a las comunidades que están aisladas debido al colapso de las carreteras por las inundaciones y derrumbes.
El aeropuerto internacional de Guatemala permanece cerrado a causa de la arena depositada en la pista por la erupción del volcán de Pacaya el jueves.
El gobierno permitió que helicópteros y avionetas de hélice levantaran vuelo para colaborar con las tareas de rescate. Aún permanece la prohibición para aviones comerciales de turbina.
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