Mientras el Poder Moral dormía la siesta, un grupo de ciudadanos se acercó a las puertas de la Fiscalía para recordarle a doña Luisa Ortega que el escándalo de las 122 mil toneladas de alimentos importados por Pdval y abandonados en varios depósitos, hasta dejar que se pudrieran, sigue en su agenda.
Es verdad que la señora fiscal anda demasiado ocupada buscando, de día a Zuloaga, y de noche a Mezerhane, pero de nada vale que haga como si no lo supiera. Un país que estuvo atento a la caza de los acaparadores, ahora exige respuestas.
Sobre todo cuando esos acaparadores que buscaban hoy se pasean muy orondos y declaran con sus gorras rojas en favor de la revolución.
Cort. TalCualDigital
No hay comentarios:
Publicar un comentario