Por ALAN CLENDENNING/The Associated Press
PAMPLONA, España -- Dos hombres sufrieron cornadas el jueves y al menos otras cuatro personas se lesionaron en caídas en el segundo encierro de toros de la fiesta popular de San Fermín en el norte de España.
Un hombre sufrió heridas graves tras recibir una cornada en el tórax y otro recibió un astazo en la pierna izquierda, dijo el doctor Fernando Boneta, del hospital Navarra. Sus identidades no estaban disponibles en lo inmediato.
Cuatro personas más fueron internadas en hospitales de Pamplona, la mayoría con golpes sufridos al caer durante el encierro del jueves.
Miles de personas participaron del segundo encierro, en que corrieron para intentar no ser alcanzados por seis toros de lidia y seis novillos que deben guiar a estos por el recorrido de 850 metros (930 yardas).
El encierro duró poco menos de cuatro minutos y estuvo marcado por varios momentos de pánico y peligro, ya que varios toros se separaron de la manada. Uno de los animales se detuvo justo antes de entrar a la plaza de toros que es el destino final y miró fijamente a los corredores mientras caminaba amenazador.
Imágenes de televisión mostraron a un joven corredor cuando recibía una cornada en el pecho y era arrojado a la calle de adoquines como un muñeco de trapo. Luego, permaneció en el suelo, al parecer mareado.
En el encierro del miércoles, un joven australiano de 18 años se fracturó tres vértebras al caer y estaba grave en un hospital, mientras que un español de 20 años sufrió una herida en un ojo pero estaba fuera de peligro, dijo el gobierno regional de Navarra.
Decenas de personas sufren heridas cada año en la fiesta de fama mundial, la mayoría al caer al suelo, aunque algunas son pisoteadas o corneadas por los animales. El año pasado ocurrió la primera cornada fatal en casi 15 años.
Un hombre sufrió heridas graves tras recibir una cornada en el tórax y otro recibió un astazo en la pierna izquierda, dijo el doctor Fernando Boneta, del hospital Navarra. Sus identidades no estaban disponibles en lo inmediato.
Cuatro personas más fueron internadas en hospitales de Pamplona, la mayoría con golpes sufridos al caer durante el encierro del jueves.
Miles de personas participaron del segundo encierro, en que corrieron para intentar no ser alcanzados por seis toros de lidia y seis novillos que deben guiar a estos por el recorrido de 850 metros (930 yardas).
El encierro duró poco menos de cuatro minutos y estuvo marcado por varios momentos de pánico y peligro, ya que varios toros se separaron de la manada. Uno de los animales se detuvo justo antes de entrar a la plaza de toros que es el destino final y miró fijamente a los corredores mientras caminaba amenazador.
Imágenes de televisión mostraron a un joven corredor cuando recibía una cornada en el pecho y era arrojado a la calle de adoquines como un muñeco de trapo. Luego, permaneció en el suelo, al parecer mareado.
En el encierro del miércoles, un joven australiano de 18 años se fracturó tres vértebras al caer y estaba grave en un hospital, mientras que un español de 20 años sufrió una herida en un ojo pero estaba fuera de peligro, dijo el gobierno regional de Navarra.
Decenas de personas sufren heridas cada año en la fiesta de fama mundial, la mayoría al caer al suelo, aunque algunas son pisoteadas o corneadas por los animales. El año pasado ocurrió la primera cornada fatal en casi 15 años.
El periodista de The Associated Press Ciaran Giles en Madrid contribuyó a este despacho.
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