Por EVA VERGARA/The Associated Press
SANTIAGO DE CHILE -- Treinta y cuatro mineros están atrapados en un yacimiento de cobre desde la tarde del jueves y unos 200 bomberos y socorristas trabajan para salvarlos, informaron la madrugada del viernes la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior, Onemi, y autoridades locales.
Los trabajadores fueron atrapados a unos 300 metros de profundidad por un derrumbe en la mina San José, 880 kilómetros al norte de Santiago, declaró la gobernadora regional, Ximena Matas, en declaraciones a la televisión estatal.
"Los trabajadores estarían más abajo. En este minuto podríamos señalar que ellos están atrapados", agregó.
Matas indicó que "en ese sector tenemos información que hay un refugio que cuenta con los elementos básicos y necesarios para que la gente pueda estar durante un tiempo, con oxígeno, resguardo, ropa de abrigo".
El jefe de turno de la Oficina Nacional de Emergencia, Osvaldo Malfanti, dijo en la madrugada al periódico La Tercera que se desconoce la situación de los mineros porque no se ha logrado establecer contacto con ellos.
El derrumbe se registró alrededor de las 14:00 horas (1900GMT), pero sólo se conoció unas tres horas más tarde, y los socorristas sólo fueron llamados cerca de las 21:00 hora local, señaló el alcalde interino de Copiapó, Sergio Silva, y añadió que "no sé cuales serán los motivos de retraso".
El mayor de la policía Rodrigo Berguer dijo el viernes a la televisión estatal que socorristas descendieron por chimeneas de toma de aire hasta unos 60 metros, pero no lograron tomar contacto con los mineros.
En las labores, suspendidas a las 05:30 de la madrugada por la falta de luz, trabajan bomberos de cuatro ciudades y policías de operaciones especiales. Las faenas se reanudarán a primera hora de la mañana.
Decenas de familiares llegaron hasta la mina. Muchos se quejaron porque transcurrieron muchas horas antes de que les avisaran.
El yacimiento San José pertenece a la minera privada San Esteban, de mediano tamaño, que en enero del 2007 fue cerrada luego que una explosión de roca mató a un trabajador. Posteriormente fue autorizada para reabrir el pique.
Los trabajadores fueron atrapados a unos 300 metros de profundidad por un derrumbe en la mina San José, 880 kilómetros al norte de Santiago, declaró la gobernadora regional, Ximena Matas, en declaraciones a la televisión estatal.
"Los trabajadores estarían más abajo. En este minuto podríamos señalar que ellos están atrapados", agregó.
Matas indicó que "en ese sector tenemos información que hay un refugio que cuenta con los elementos básicos y necesarios para que la gente pueda estar durante un tiempo, con oxígeno, resguardo, ropa de abrigo".
El jefe de turno de la Oficina Nacional de Emergencia, Osvaldo Malfanti, dijo en la madrugada al periódico La Tercera que se desconoce la situación de los mineros porque no se ha logrado establecer contacto con ellos.
El derrumbe se registró alrededor de las 14:00 horas (1900GMT), pero sólo se conoció unas tres horas más tarde, y los socorristas sólo fueron llamados cerca de las 21:00 hora local, señaló el alcalde interino de Copiapó, Sergio Silva, y añadió que "no sé cuales serán los motivos de retraso".
El mayor de la policía Rodrigo Berguer dijo el viernes a la televisión estatal que socorristas descendieron por chimeneas de toma de aire hasta unos 60 metros, pero no lograron tomar contacto con los mineros.
En las labores, suspendidas a las 05:30 de la madrugada por la falta de luz, trabajan bomberos de cuatro ciudades y policías de operaciones especiales. Las faenas se reanudarán a primera hora de la mañana.
Decenas de familiares llegaron hasta la mina. Muchos se quejaron porque transcurrieron muchas horas antes de que les avisaran.
El yacimiento San José pertenece a la minera privada San Esteban, de mediano tamaño, que en enero del 2007 fue cerrada luego que una explosión de roca mató a un trabajador. Posteriormente fue autorizada para reabrir el pique.
El presidente Piñera confirma que los 33 mineros chilenos están vivos.
ResponderEliminarEl mensaje que los propios obreros enviaron a la superficie en un trozo de papel adosado a un hierro de la perforadora en el aparecía escrita la frase: “Estamos bien en el refugio los 33″.