Foto: ESO
Esto fue posible gracias a un instrumento especial que está instalado en el VLT del Observatorio Paranal.
Emol / Agencias
SANTIAGO.- Gracias al Very Large Telescope (VLT), instalado en el Observatorio Paranal en el norte de Chile, un grupo de astrónomos observaron por primera vez una explosión estelar en tres dimensiones.
El material de la supernova 1987A es eyectado hacia afuera a 100 millones de kilómetros por hora, "lo que representa una décima parte de la velocidad de la luz o cerca de 100 mil veces más rápido que un avión de pasajeros", explica el Observatorio Europeo Austral (ESO).
Pero aún a esta gran velocidad, el material necesitó 10 años para alcanzar el anillo de gas y polvo producido por la estrella moribunda antes de la explosión.
"Mucho antes de la explosión, la estrella expulsó nubecitas, que se propagaron por el espacio como anillos de humo", indicó Carolin Liefke, quien participó en el proyecto.
Una supernova es la explosión de una gran estrella al final de su desarrollo, en la que pierde mucha masa y al mismo tiempo es muy brillante.
El material interno de la supernove 1987A "no fue eyectado simétricamente en todas direcciones, sino que parece haber tenido una dirección preferida", informó Karina Kjaer, directora del equipo de investigadores. Esto es un indicio de que la supernova fue muy turbulenta durante la explosión y confirma predicciones anteriores de algunos modelos informáticos.
La supernova descrita fue descubierta en 1987 y, según la ESO, fue la primera que se pudo observar a simple vista desde la Tierra desde hace 383 años. Está ubicada en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia vecina a la Vía Láctea.
La observación en tres dimensiones fue posible gracias a un instrumento único, llamado "Sinfoni", el cual está instalado en el VLT, y que proporcionó información aún más profunda sobre este increíble evento, permitiendo a los astrónomos obtener la primera reconstrucción en 3D de las partes centrales del material en explosión.
Esta visión tridimensional muestra que la explosión fue más fuerte y rápida en algunas direcciones que en otras, provocando una forma irregular que en ciertas partes se extienden aún más hacia el espacio.
Sinfoni (Spectrograph for INtegral Field Observations in the Near Infrared) es un instrumento líder en su tipo y sólo gracias al nivel de detalles que permite obtener fue posible que el equipo llegara a estas conclusiones.
Su sistema avanzado de óptica adaptativa hizo posible contrarresta los efectos distorsionadores causados por la atmósfera terrestre, mientras que una técnica llamada espectrografía de campo integral permitió a los astrónomos estudiar muchas partes del caótico centro de la supernova, llevando a la reconstrucción de la imagen en 3D.
El material de la supernova 1987A es eyectado hacia afuera a 100 millones de kilómetros por hora, "lo que representa una décima parte de la velocidad de la luz o cerca de 100 mil veces más rápido que un avión de pasajeros", explica el Observatorio Europeo Austral (ESO).
Pero aún a esta gran velocidad, el material necesitó 10 años para alcanzar el anillo de gas y polvo producido por la estrella moribunda antes de la explosión.
"Mucho antes de la explosión, la estrella expulsó nubecitas, que se propagaron por el espacio como anillos de humo", indicó Carolin Liefke, quien participó en el proyecto.
Una supernova es la explosión de una gran estrella al final de su desarrollo, en la que pierde mucha masa y al mismo tiempo es muy brillante.
El material interno de la supernove 1987A "no fue eyectado simétricamente en todas direcciones, sino que parece haber tenido una dirección preferida", informó Karina Kjaer, directora del equipo de investigadores. Esto es un indicio de que la supernova fue muy turbulenta durante la explosión y confirma predicciones anteriores de algunos modelos informáticos.
La supernova descrita fue descubierta en 1987 y, según la ESO, fue la primera que se pudo observar a simple vista desde la Tierra desde hace 383 años. Está ubicada en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia vecina a la Vía Láctea.
La observación en tres dimensiones fue posible gracias a un instrumento único, llamado "Sinfoni", el cual está instalado en el VLT, y que proporcionó información aún más profunda sobre este increíble evento, permitiendo a los astrónomos obtener la primera reconstrucción en 3D de las partes centrales del material en explosión.
Esta visión tridimensional muestra que la explosión fue más fuerte y rápida en algunas direcciones que en otras, provocando una forma irregular que en ciertas partes se extienden aún más hacia el espacio.
Sinfoni (Spectrograph for INtegral Field Observations in the Near Infrared) es un instrumento líder en su tipo y sólo gracias al nivel de detalles que permite obtener fue posible que el equipo llegara a estas conclusiones.
Su sistema avanzado de óptica adaptativa hizo posible contrarresta los efectos distorsionadores causados por la atmósfera terrestre, mientras que una técnica llamada espectrografía de campo integral permitió a los astrónomos estudiar muchas partes del caótico centro de la supernova, llevando a la reconstrucción de la imagen en 3D.
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