El canciller de Colombia, Jaime Bermúdez, admitió que el gobierno de Álvaro Uribe envió un "mensaje ambiguo" sobre un acuerdo que permite a militares estadounidenses operar en siete bases colombianas, que generó preocupación en Venezuela y otros países, en una entrevista el viernes.
"Nos faltó tener una estrategia más consistente y creo que en ocasiones distintas instancias del gobierno utilizaron un mensaje ambiguo que generó esa sensación", dijo Bermúdez al diario El Espectador, un día antes de que Uribe deje la presidencia.
El canciller dijo que el gobierno saliente se equivocó "en no haber anticipado los escenarios, haber usado el lenguaje adecuado y permitir que algunas entidades (gubernamentales) usaran un lenguaje que desorientara".
"Cuando se habló del acceso a siete bases se transmitió la sensación de que aquí (en Colombia) iba a haber una omnipresencia militar de Estados Unidos, cuando no era así", señaló el canciller.
Bermúdez dijo que haría las cosas de manera distinta, "si tuviera la posibilidad de volver al pasado", en torno al acuerdo militar con Estados Unidos, aunque dio a entender que, de todas maneras, el presidente Hugo Chávez, lo hubiera objetado en cualquier escenario.
"El que no quiere oir, no va a oir. Y así lo hubiéramos explicado (el acuerdo) desde el principio, lo iban a utilizar para sus propósitos políticos, porque aquí hay un sesgo ideológico claro", declaró.
Bogotá y Washington firmaron el acuerdo en octubre de 2009, meses después de que se hubiera filtrado a la prensa y generado una controversia en Sudamérica, donde los gobiernos de Venezuela y otros países lo consideraron como un riegso para la seguridad regional.
A raíz de ese acuerdo, Chávez "congeló" las relaciones con Bogotá, y hace dos semanas las rompió definitivamente luego de que el gobierno de Uribe denunciara en la OEA que unos 1.500 guerrilleros izquierdistas colombianos tienen "presencia activa" en Venezuela, lo que Caracas niega.
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