Estamos ante un abuso de poder realmente incalificable. No existe razón de ningún tipo que justifique tamaño desconocimiento de la Constitución y de las leyes y, por lo tanto, la liberación de "Mazuco" y Pilieri tiene que estar entre los objetivos prioritarios de la agenda de la Unidad Democrática
Por: Simón Boccanegra//TalCualDigital
Biaggio Pilieri y José Sánchez ("Mazuco") fueron elegidos diputados el 26S y proclamados como tales por las respectivas Juntas Electorales Regionales. Ambos están detenidos y sometidos a un juicio que en el caso del zuliano, "Mazuco", no ha producido ninguna sentencia y en el del yaracuyano, Pilieri, terminó con absolución. Pilieri, pues, está preso no sólo contrariando la ley que lo dota de inmunidad parlamentaria sino llevándose en los cachos una sentencia absolutoria.
Mazuco, mientras una decisión judicial no establezca lo contrario, declarándolo culpable, está en pleno uso de todos sus derechos, incluyendo los políticos. Estamos ante un abuso de poder realmente incalificable. No existe razón de ningún tipo que justifique tamaño desconocimiento de la Constitución y de las leyes y, por lo tanto, la liberación de "Mazuco" y Pilieri tiene que estar entre los objetivos prioritarios de la agenda de la Unidad Democrática. Este no es un asunto personal que sólo atañe a los dos implicados.
Este es un asunto político de la mayor gravedad, que no puede pasar por debajo de la mesa. Sobre todo porque en nuestro país existen precedentes muy notorios en casos de esta naturaleza.
Salom Mesa y David Nieves, detenidos para los años setenta bajo la acusación de haber participado en el secuestro de un ejecutivo norteamericano de la Owens Illinois, salieron directamente de la cárcel al Capitolio una vez fueron elegidos diputados, sin que mediara ninguna clase de tiquismiquis leguleyos.
Lo mismo ocurrió con Rafael Uzcátegui algunos años después, en 1994. Fue la Constitución la que ordenó su libertad, como en este caso es la Constitución la que ordena la libertad de Biaggio Pilieri y José Sánchez.
Por: Simón Boccanegra//TalCualDigital
Biaggio Pilieri y José Sánchez ("Mazuco") fueron elegidos diputados el 26S y proclamados como tales por las respectivas Juntas Electorales Regionales. Ambos están detenidos y sometidos a un juicio que en el caso del zuliano, "Mazuco", no ha producido ninguna sentencia y en el del yaracuyano, Pilieri, terminó con absolución. Pilieri, pues, está preso no sólo contrariando la ley que lo dota de inmunidad parlamentaria sino llevándose en los cachos una sentencia absolutoria.
Mazuco, mientras una decisión judicial no establezca lo contrario, declarándolo culpable, está en pleno uso de todos sus derechos, incluyendo los políticos. Estamos ante un abuso de poder realmente incalificable. No existe razón de ningún tipo que justifique tamaño desconocimiento de la Constitución y de las leyes y, por lo tanto, la liberación de "Mazuco" y Pilieri tiene que estar entre los objetivos prioritarios de la agenda de la Unidad Democrática. Este no es un asunto personal que sólo atañe a los dos implicados.
Este es un asunto político de la mayor gravedad, que no puede pasar por debajo de la mesa. Sobre todo porque en nuestro país existen precedentes muy notorios en casos de esta naturaleza.
Salom Mesa y David Nieves, detenidos para los años setenta bajo la acusación de haber participado en el secuestro de un ejecutivo norteamericano de la Owens Illinois, salieron directamente de la cárcel al Capitolio una vez fueron elegidos diputados, sin que mediara ninguna clase de tiquismiquis leguleyos.
Lo mismo ocurrió con Rafael Uzcátegui algunos años después, en 1994. Fue la Constitución la que ordenó su libertad, como en este caso es la Constitución la que ordena la libertad de Biaggio Pilieri y José Sánchez.
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