Revenue Watch Institute (RWI) y Transparency International (TI) presentaron en Washington el Índice de Vigilancia de Ingresos 2010. Éste es un reporte anual que evalúa la existencia y calidad de la información y normas legales en 41 países en el mundo con industrias extractivas de hidrocarburos y minería. Este año, Venezuela ocupó, con sus 63 puntos, el puesto número 14 del total y el séptimo entre los nueve países latinoamericanos. Este resultado cataloga a Venezuela como uno de los países con un nivel importante de opacidad en cuanto a la información suministrada por Petróleos de Venezuela. Lejos quedó Venezuela de Brasil, país que encabeza el índice con 97 puntos. Cabe acotar que este buen desempeño de Brasil se debe a las decisiones tomadas para que la estatal petrolera brasileña cumpliera con las exigencias para entrar en la Bolsa de Nueva York.Aún así podría pensarse que Venezuela no salió tan mal parada. Por lo menos, en este Índice no ocupó los últimos lugares donde viene colocándose el país en casi la totalidad de las mediciones que se hacen a nivel internacional en materia de competitividad, transparencia, libertad económica, libertad de expresión y productividad. Este "aceptable" resultado se basa en que tanto el Ministerio de Energía y Petróleo como PDVSA aumentaron la cantidad de publicaciones y reportes en los últimos tres años. Pero más no quiere decir mejor. La realidad es que el Índice no evalúa la calidad de la información, que revelaría cuán veraz, exactos, actualizados y oportunos son los reportes de PDVSA. Tampoco evalúa la calidad del cumplimiento del marco legal. Como es público y notorio en estas dos categorías PDVSA está bien lejos de cualquier estándar aceptable en el mundo e igual de distante, de los logros obtenidos por países de la región.Entre las observaciones que se le hacen a Venezuela se cuentan: . Las reglas complejas que dan espacio a "la arbitrariedad en las decisiones, conflictos de interés y opacidad". . Falta de claridad en la división de responsabilidades entre PDVSA y el Ministerio de Energía y Petróleo. Algo nada de extrañar si se toma en cuenta que Rafael Ramírez viene ejerciendo desde hace años la titularidad en ambos organismos. Se paga y se da el vuelto, al anular el importante papel de contralor y regulador que debería ejercer el Ministerio sobre la estatal petrolera. . Existe una creciente preocupación por la calidad de la data oficial. . Mal desempeño en la transparencia de la información en acceso a recursos y fondos especiales.Para 2011, Transparency International, iniciará conjuntamente con Transparencia Venezuela, el seguimiento a la información pública del sector de industrias extractivas del país.Un reto para la próxima Asamblea Nacional es la aprobación de una Ley de Acceso a la Información Pública, donde se garantice ese derecho constitucional y se obligue a la rendición de cuentas de los funcionarios públicos.
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