El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, evalua hoy en una sesión extraordinaria del organismo regional la delicada situación en Ecuador tras la sublevación policial del pasado jueves.
Insulza presenta actualmente su informe ante un Consejo Extraordinario de la Organización de Estados Americanos (OEA) que se centra en la visita urgente que hizo a Ecuador el viernes pasado por la crisis, pero que se prevé incluya un análisis de la situación.
Su presentación cumple además con una resolución que aprobó la OEA el jueves pasado para rechazar el "intento de golpe de Estado" en ese país.
"La pregunta que uno debe hacerse en este hemisferio es sí esto pasó en un país donde hay un alto grado de apoyo, qué pasaría en otro lado", comentó además, que el golpe no resultó porque hubo respaldo de las Fuerzas Armadas y del pueblo ecuatoriano "no porque los que lo intentaron no tuvieron voluntad".
Durante su visita a Quito, Insulza expresó personalmente su apoyo y solidaridad al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y le transmitió la determinación del organismo de exigir a los sectores de la fuerza pública sublevados el jueves que cumplan con la Carta Democrática Interamericana.
El titular de la OEA también se reunió en Quito con el canciller, Ricardo Patiño, quien dijo el martes que la situación sigue delicada en Ecuador, y con miembros de la Asamblea Nacional, donde se instalaron unos 80 soldados y policías militares para asumir la seguridad del Congreso.
"No estamos como pensamos durante los últimos cinco años, los primeros cinco años de mi ejercicio en la OEA no sucedieron este tipo de problemas, han sucedido los títpicos de las democracias, pero estos problemas no han dejado de ocurrir y puede ocurrirno a nosotros", destacó.
Además recordó que está la Carta democrática Interamericana, "creo que tenemos elementos suficientes para tratar de unir a todo el continente con todas las discrepancias que tengamos".
Alertó que lo sucedido en Ecuador, "nos pone en alto riesgo. Obliga a un cambio de actitud, primero para tratar de recuperar el diálogo y amistad cívica, lo que significa que hay gobierno y oposición, para tratar de construir una actitud de diálogo permanente de apertura, y el apego pleno al estado de derecho. Esas no son tareas que nos correspondan a nosotros".
Dijo tajante "sí el Gobierno de Correa no hubiera tenido el apoyo que tiene, la historia en Ecuador hubiera sido sumamente distinta".
El Gobierno de Ecuador extendió el martes el estado de excepción decretado durante la sublevación policial que amenazó con derribarlo.
La crisis se desató el 30 de septiembre tras las protestas de policías y militares en contra de la eliminación de incentivos salariales y profesionales, hecho que, según el ministerio de Salud ecuatoriano, se saldó con ocho muertos y que el Gobierno calificó como un intento de golpe de Estado.
Ese mismo día, la OEA repudió el "intento de golpe de Estado" y mostró su apoyo unánime al Gobierno de Correa.
En una reunión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, los países miembros aprobaron una resolución en la que repudiaron "cualquier intento de alterar la institucionalidad democrática" en ese país y respaldaron "decididamente" al Gobierno constitucional de Correa.
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