Globovisión/EFE
Una madre soltera de cuatro hijos fue condenada en Estados Unidos a pagar 1,5 millón de dólares por haber bajado ilegalmente 24 canciones de internet, en el último episodio de una batalla judicial que la mujer libra contra la industria discográfica.
Jammie Thomas-Rasset, una residente en Minnesota (norte), fue declarada culpable el miércoles por violación de la propiedad intelectual a través de la utilización del programa de intercambio por internet Kazaa. Deberá pagar 62.500 dólares por cada canción que bajó.
Esta severa multa es la tercera establecida en este tipo de caso. La RIAA (Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos), que representa a la industria del disco, opinó en un comunicado que esta pena constituía "un reconocimiento claro" de la culpabilidad de Thomas-Rasset. "Esperamos que finalmente acepte la responsabilidad de sus actos", añadió.
Thomas-Rasset fue condenada por primera vez en octubre de 2007 a pagar 220.000 dólares, pero el juez estimó entonces que la sanción era "totalmente desproporcionada" y "abrumadora". El proceso fue finalmente anulado.
Pero dos años más tarde fue condenada a pagar 1,92 millón de dólares (80.000 dólares por canción) a seis compañías: Capitol Records, Sony BMG Music, Arista Records, Interscope Records, Warner Bros. Records y UMG Recordings.
La RIAA y las grandes casas discográficas ya demandaron a miles de personas por bajar y compartir ilegalmente música, y la mayoría de ellas aceptaron pagar entre 3.000 y 5.000 dólares.
Jamie Thomas-Rasset fue la primera en negarse a un acuerdo amistoso y prefirió ir ante la justicia.
A fines de 2008, la RIAA cambió radicalmente de postura y anunció que renunciaba a demandar a quienes bajaban ilegalmente música de internet y que correspondía a los proveedores de acceso a internet tomar medidas contra la piratería.
Jammie Thomas-Rasset, una residente en Minnesota (norte), fue declarada culpable el miércoles por violación de la propiedad intelectual a través de la utilización del programa de intercambio por internet Kazaa. Deberá pagar 62.500 dólares por cada canción que bajó.
Esta severa multa es la tercera establecida en este tipo de caso. La RIAA (Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos), que representa a la industria del disco, opinó en un comunicado que esta pena constituía "un reconocimiento claro" de la culpabilidad de Thomas-Rasset. "Esperamos que finalmente acepte la responsabilidad de sus actos", añadió.
Thomas-Rasset fue condenada por primera vez en octubre de 2007 a pagar 220.000 dólares, pero el juez estimó entonces que la sanción era "totalmente desproporcionada" y "abrumadora". El proceso fue finalmente anulado.
Pero dos años más tarde fue condenada a pagar 1,92 millón de dólares (80.000 dólares por canción) a seis compañías: Capitol Records, Sony BMG Music, Arista Records, Interscope Records, Warner Bros. Records y UMG Recordings.
La RIAA y las grandes casas discográficas ya demandaron a miles de personas por bajar y compartir ilegalmente música, y la mayoría de ellas aceptaron pagar entre 3.000 y 5.000 dólares.
Jamie Thomas-Rasset fue la primera en negarse a un acuerdo amistoso y prefirió ir ante la justicia.
A fines de 2008, la RIAA cambió radicalmente de postura y anunció que renunciaba a demandar a quienes bajaban ilegalmente música de internet y que correspondía a los proveedores de acceso a internet tomar medidas contra la piratería.
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