Este martes en un "acto de Estado" realizado en la Asamblea Nacional el primer mandatario, acompañado de todo su séquito cívico-militar, levantó el telón para mostrar su plan maestro con el que terminará de aniquilar la democracia en Venezuela.
Es cierto, ayer Hugo Chávez no ordenó el cierre del canal de noticias Globovisión, como habían dejado correr previamente los coros oficialistas.
Pero, lo que sí dejó bien claro es que se radicalizará más y más hacia la extrema izquierda, con un plan letal para el sistema democrático de Venezuela.
Chávez seguirá la fórmula recomendada por Alan Woods, su asesor marxista inglés, que plantea guerra porque no hay conciliación, ni negociación, ni descanso en consolidar el Estado marxista. Una guerra que busca bloquear, diezmar y destruir a la oposición.
Partió con las ya super desgastadas acusaciones contra el imperio yanqui, de estar gestando una conspiración contra su Gobierno. Y concluyó con la firma de todos los poderes públicos de un "Manifiesto Antiimperialista en Defensa de la Patria", que será distribuido por todo el país para que sea firmado por quienes así quieran. Para Chávez la respuesta a esa supuesta agresión imperial es radicalizar posiciones y no aflojar.
En el intermedio esbozó las líneas de ataque contra los medios de comunicación libres, contra las ONG y contra los partidos políticos de Venezuela.
Apoyándose en un "informe" de la venezolano-americana Eva Golinger, según el cual las organizaciones norteamericanas USAID y NED han financiado a organizaciones venezolanas adversas a su Gobierno, Chávez imploró a sus legisladores que hicieran "una ley muy severa" para impedir que "partidos políticos, ONG, personalidades de la contrarrevolución sigan siendo financiados con millones y millones de dólares del imperio yanqui y usen la libertad para abusar y violar la Constitución y tratar de desestabilizar el país".
Conociendo la obediencia ciega, es de pensar que antes del 5 de enero de 2011, ya esté promulgada la Ley Contra el Financiamiento Internacional de Partidos Políticos y Organizaciones No Gubernamentales, que impedirá que operen en el país las organizaciones de defensa de los derechos humanos, así como cualquier otra que contravenga los designios de la dictadura.
Igual de grave es la amenaza tácita que hiciera de ilegalizar a las organizaciones políticas, cuando indicó que tal como en el pasado se ilegalizó al PCV, ahora podría repetirse la misma situación.
Anunció otro golpe a la democracia cuando ordenó que "el Parlamento a partir del 5 de enero debe ser de extrema izquierda ."
Éste es un llamado a desconocer la voluntad popular expresada en las mesas de votación donde más de 52% de los electores optó por la alternativa opositora oposición democrática. Este llamado va en línea con las declaraciones del hoy ascendido general en jefe, Henry Rangel Silva, donde reconoció que está "casado con la revolución" y que ni él ni la Fuerza Armada Bolivariana Nacional de Venezuela reconocerán en 2012 otro Presidente que no sea Chávez.
Hugo Chávez, desenvainó su hacha de guerra.
Es cierto, ayer Hugo Chávez no ordenó el cierre del canal de noticias Globovisión, como habían dejado correr previamente los coros oficialistas.
Pero, lo que sí dejó bien claro es que se radicalizará más y más hacia la extrema izquierda, con un plan letal para el sistema democrático de Venezuela.
Chávez seguirá la fórmula recomendada por Alan Woods, su asesor marxista inglés, que plantea guerra porque no hay conciliación, ni negociación, ni descanso en consolidar el Estado marxista. Una guerra que busca bloquear, diezmar y destruir a la oposición.
Partió con las ya super desgastadas acusaciones contra el imperio yanqui, de estar gestando una conspiración contra su Gobierno. Y concluyó con la firma de todos los poderes públicos de un "Manifiesto Antiimperialista en Defensa de la Patria", que será distribuido por todo el país para que sea firmado por quienes así quieran. Para Chávez la respuesta a esa supuesta agresión imperial es radicalizar posiciones y no aflojar.
En el intermedio esbozó las líneas de ataque contra los medios de comunicación libres, contra las ONG y contra los partidos políticos de Venezuela.
Apoyándose en un "informe" de la venezolano-americana Eva Golinger, según el cual las organizaciones norteamericanas USAID y NED han financiado a organizaciones venezolanas adversas a su Gobierno, Chávez imploró a sus legisladores que hicieran "una ley muy severa" para impedir que "partidos políticos, ONG, personalidades de la contrarrevolución sigan siendo financiados con millones y millones de dólares del imperio yanqui y usen la libertad para abusar y violar la Constitución y tratar de desestabilizar el país".
Conociendo la obediencia ciega, es de pensar que antes del 5 de enero de 2011, ya esté promulgada la Ley Contra el Financiamiento Internacional de Partidos Políticos y Organizaciones No Gubernamentales, que impedirá que operen en el país las organizaciones de defensa de los derechos humanos, así como cualquier otra que contravenga los designios de la dictadura.
Igual de grave es la amenaza tácita que hiciera de ilegalizar a las organizaciones políticas, cuando indicó que tal como en el pasado se ilegalizó al PCV, ahora podría repetirse la misma situación.
Anunció otro golpe a la democracia cuando ordenó que "el Parlamento a partir del 5 de enero debe ser de extrema izquierda ."
Éste es un llamado a desconocer la voluntad popular expresada en las mesas de votación donde más de 52% de los electores optó por la alternativa opositora oposición democrática. Este llamado va en línea con las declaraciones del hoy ascendido general en jefe, Henry Rangel Silva, donde reconoció que está "casado con la revolución" y que ni él ni la Fuerza Armada Bolivariana Nacional de Venezuela reconocerán en 2012 otro Presidente que no sea Chávez.
Hugo Chávez, desenvainó su hacha de guerra.
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