Colombia y Venezuela registran las peores lluvias de los últimos años, que ya se cobraron la vida de más de 200 personas y dejaron más de 1,5 millones de damnificados, mientras países del sur como Argentina y Uruguay sufren una severa sequía que perjudica sus cosechas.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el fenómeno La Niña provocará hasta el primer trimestre de 2011 fuertes lluvias en el Atlántico tropical y períodos de sequía en Suramérica.
Debido a La Niña, Colombia sufre este año las peores lluvias de las últimas décadas. Hasta el momento, hay más de 176 muertos y alrededor de 1,5 millones de afectados, además de severos daños materiales debido a ríos desbordados y derrumbes.
El domingo, una gran avalancha de lodo en una barriada de Medellín, la segunda ciudad del país, dejó 16 fallecidos, 107 desaparecidos y siete supervivientes.
El presidente Juan Manuel Santos estudia declarar un estado de excepción para poder obtener recursos de ayuda a los afectados y hasta la semana pasada, el gobierno estimaba que necesitaría más de 300 millones de dólares para superar la tragedia.
En Venezuela, más de 100 mil personas se han visto afectadas por las fuertes lluvias, que arreciaron hace dos semanas y se han cobrado la vida de al menos 34 personas.
Falcón, Distrito Capital, Vargas, Zulia y Miranda están en estado de emergencia, aunque las lluvias también afectaron a estados del oeste, donde se han desbordado ríos y existen poblados incomunicados.
El gobierno del presidente Hugo Chávez, que dedicó recursos excepcionales para paliar esta crisis, instaló más de 700 refugios en organismos oficiales, hoteles, escuelas e instalaciones militares y anunció que "tomará" terrenos para entregar viviendas a los damnificados.
"Creo que las condiciones tienden a restablecerse", se felicitó en este lunes soleado el ministro de Interior, Tareck El Aissami.
La Niña también provocó este año que la temporada de huracanes fuera muy activa. Las inundaciones y tormentas tropicales causaron la muerte de más de 300 personas en América Central y de más de 100 en México.
Mientras tanto en países con una importante industria agrícola y ganadera como Argentina y Uruguay, la luz de alerta se encendió por la creciente sequía, que podría extenderse hasta marzo.
En Argentina, que previó exportaciones agrícolas globales por unos 25.000 millones de dólares para la campaña 2010-2011, la situación en las regiones productoras es "complicada".
En soja, por ejemplo, la previsión de cosecha era de 52 millones de toneladas y ya se redujo a 49,5 millones.
"Prácticamente el 100% del territorio núcleo (la rica pampa húmeda) presenta condiciones hídricas escasas o sequía. Los efectos de La Niña están presentándose enérgicamente con los impactos previstos en precipitaciones por debajo de lo normal y temperaturas por encima", señaló en un informe la Guía Estratégica para el Agro (GEA).
"No hay humedad en los suelos, quedan muchas hectáreas de soja de primera (de siembras de octubre y noviembre) sin sembrar", según el productor Alberto Marchionni, de la localidad de Hughes, en Santa Fe.
En Uruguay y según el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), "el porcentaje de agua disponible promedio de los suelos en noviembre presentó niveles bajos (debajo de 40%) en varias regiones y con valores críticos (debajo de 30%) en algunas áreas de la zona norte".
Según la Dirección Nacional de Meteorología, se esperan lluvias inferiores al nivel normal hasta enero y el gobierno ya empezó a tomar medidas para mitigar los efectos de la sequía, sobre todo en el norte, y atender a unos 2.300 productores vulnerables.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, admitió que el problema es difícil puesto que "Uruguay tiene una producción a la intemperie y sin riego" y la ganadería "se basa en producción de campo natural".
El 70% de las exportaciones uruguayas son de origen agropecuario, mientras que el 57% de la industria nacional es agroindustria.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el fenómeno La Niña provocará hasta el primer trimestre de 2011 fuertes lluvias en el Atlántico tropical y períodos de sequía en Suramérica.
Debido a La Niña, Colombia sufre este año las peores lluvias de las últimas décadas. Hasta el momento, hay más de 176 muertos y alrededor de 1,5 millones de afectados, además de severos daños materiales debido a ríos desbordados y derrumbes.
El domingo, una gran avalancha de lodo en una barriada de Medellín, la segunda ciudad del país, dejó 16 fallecidos, 107 desaparecidos y siete supervivientes.
El presidente Juan Manuel Santos estudia declarar un estado de excepción para poder obtener recursos de ayuda a los afectados y hasta la semana pasada, el gobierno estimaba que necesitaría más de 300 millones de dólares para superar la tragedia.
En Venezuela, más de 100 mil personas se han visto afectadas por las fuertes lluvias, que arreciaron hace dos semanas y se han cobrado la vida de al menos 34 personas.
Falcón, Distrito Capital, Vargas, Zulia y Miranda están en estado de emergencia, aunque las lluvias también afectaron a estados del oeste, donde se han desbordado ríos y existen poblados incomunicados.
El gobierno del presidente Hugo Chávez, que dedicó recursos excepcionales para paliar esta crisis, instaló más de 700 refugios en organismos oficiales, hoteles, escuelas e instalaciones militares y anunció que "tomará" terrenos para entregar viviendas a los damnificados.
"Creo que las condiciones tienden a restablecerse", se felicitó en este lunes soleado el ministro de Interior, Tareck El Aissami.
La Niña también provocó este año que la temporada de huracanes fuera muy activa. Las inundaciones y tormentas tropicales causaron la muerte de más de 300 personas en América Central y de más de 100 en México.
Mientras tanto en países con una importante industria agrícola y ganadera como Argentina y Uruguay, la luz de alerta se encendió por la creciente sequía, que podría extenderse hasta marzo.
En Argentina, que previó exportaciones agrícolas globales por unos 25.000 millones de dólares para la campaña 2010-2011, la situación en las regiones productoras es "complicada".
En soja, por ejemplo, la previsión de cosecha era de 52 millones de toneladas y ya se redujo a 49,5 millones.
"Prácticamente el 100% del territorio núcleo (la rica pampa húmeda) presenta condiciones hídricas escasas o sequía. Los efectos de La Niña están presentándose enérgicamente con los impactos previstos en precipitaciones por debajo de lo normal y temperaturas por encima", señaló en un informe la Guía Estratégica para el Agro (GEA).
"No hay humedad en los suelos, quedan muchas hectáreas de soja de primera (de siembras de octubre y noviembre) sin sembrar", según el productor Alberto Marchionni, de la localidad de Hughes, en Santa Fe.
En Uruguay y según el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), "el porcentaje de agua disponible promedio de los suelos en noviembre presentó niveles bajos (debajo de 40%) en varias regiones y con valores críticos (debajo de 30%) en algunas áreas de la zona norte".
Según la Dirección Nacional de Meteorología, se esperan lluvias inferiores al nivel normal hasta enero y el gobierno ya empezó a tomar medidas para mitigar los efectos de la sequía, sobre todo en el norte, y atender a unos 2.300 productores vulnerables.
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, admitió que el problema es difícil puesto que "Uruguay tiene una producción a la intemperie y sin riego" y la ganadería "se basa en producción de campo natural".
El 70% de las exportaciones uruguayas son de origen agropecuario, mientras que el 57% de la industria nacional es agroindustria.
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