viernes, 10 de diciembre de 2010

Paraguay asumirá presidencia del Mercosur sin resolver adhesión de Venezuela

SCZ/Globovisión/EFE           
Paraguay, cuyo Congreso abriga la última trinchera de la resistencia a la adhesión de Venezuela al Mercosur, asumirá la presidencia del bloque en la Cumbre de Foz de Iguazú, los días 16 y 17 de diciembre, con el trámite parlamentario bloqueado pese al empeño de su Gobierno.

Aunque defiende el ingreso de Venezuela al bloque, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, aún no ha podido convencer a la oposición y a los sectores del oficialismo que se oponen, al punto de que ya se ha visto obligado a retirar el proyecto del Congreso dos veces.

La última fue esta misma semana, tras comprobar que la oposición y algunos sectores del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA, de centroderecha), que apoya al Gobierno, estaban decididos a votar en contra, lo que habría supuesto un portazo definitivo para Venezuela.

A inicios de este mes, Lugo había enviado otra vez el Protocolo de Adhesión de Venezuela al Mercosur al Congreso y también había insistido ante los sectores que se oponen, pero su ruego no encontró ningún eco.

"Lastimosamente, este tema se ha politizado mucho y se ha identificado a Venezuela con (el presidente Hugo) Chávez", comentó Lugo en una entrevista con la prensa argentina el pasado día 5.

En esa misma entrevista, reflexionó sobre el asunto y se preguntó "cómo es posible que tres países del Mercosur (por Argentina, Brasil y Uruguay) ya hayan aceptado el ingreso de Venezuela" y Paraguay aún no.

En la prensa paraguaya, el asunto es objeto de conjeturas de todo tipo que van desde la supuesta intención de Chávez de "sobornar" a senadores para que voten a favor del ingreso de Venezuela al bloque, hasta especulaciones sobre "chantajes" contra Lugo de sectores políticos que buscan fortalecer posiciones con cargos públicos.

El Tratado de Adhesión de Venezuela al Mercosur fue aprobado por los Gobiernos de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay en julio de 2006 durante una reunión celebrada en Caracas, a la que asistieron los jefes de Estado de los cinco países y el presidente de Bolivia, Evo Morales, en calidad de "invitado especial".

Los parlamentos de Argentina y Uruguay fueron los primeros en ratificarlo, mientras que en Brasil el trámite demoró más de dos años y estuvo salpicado de polémicas sobre el supuesto talante "autoritario" del presidente Hugo Chávez y la alegada "falta de garantías" en la Revolución Bolivariana.

La llave que abrió las puertas del Mercosur para Venezuela en el Senado brasileño la proporcionó, paradójicamente, el alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledezma.

Ledezma compareció ante el Senado brasileño y, pese a reiterar todas sus críticas a Chávez, pidió tener en cuenta que "una cosa es el Gobierno y otra el Estado venezolano".

En una de las declaraciones que más convenció a muchos opositores al ingreso de Venezuela al Mercosur, Ledezma también advirtió a los senadores brasileños de que "Chávez será más peligroso para la paz y la democracia en la región en la medida en que esté aislado".

Aun así, el resultado fue ajustado y el Senado de Brasil aprobó la adhesión de Venezuela con 35 votos a favor y 27 en contra el 15 de diciembre del año pasado, con lo que dejó la decisión final en las exclusivas manos de Paraguay.

Esta semana, el subsecretario general para América del Sur, Central y Caribe de la cancillería brasileña, Antonio Simões, dijo que el Mercosur ya "ha demostrado" que quiere a Venezuela como socio pleno, pero aclaró que el bloque no puede hacer nada para intentar convencer a quien se opone en Paraguay.

"Es una cuestión interna, que debe ser tratada en el marco de los principios de la normalidad democrática y la separación de poderes", dijo el diplomático brasileño, quien subrayó que Venezuela participa "activamente" en el bloque, aunque sólo con voz y sin voto.

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