El capitán de los Navegantes del Magallanes, Edgardo Alfonzo, ha tenido
inconvenientes para producir consistentemente (Gustavo Bandres)
Magallanes ha perdido ocho de sus últimos nueve juegos
BILLY RUSSO | EL UNIVERSAL
La infranqueable coraza con la cual los Navegantes del Magallanes iniciaron esta temporada comienza a reflejar debilidades.
Del sólido, poderoso y temible equipo de las primeras siete semanas de la campaña se ha pasado a un conjunto sobre el cual se ciernen un sinfín de interrogantes, que van desde su inconsistencia ofensiva, pasando por su frágil defensiva e irregular pitcheo, hasta movimientos infructuosos e inesperados de su directiva.
Los Navegantes atraviesan por el peor momento de la temporada. Han perdido ocho de sus últimos nueve encuentros.
La ofensiva del Magallanes ha pasado de temible a mediocre, en las dos últimas semanas. Y es que apenas han fabricado 30 carreras y registran un promedio colectivo de .243.
"Los muchachos están haciendo sus ajustes, están trabajando fuerte. No hay por qué desesperarse", asegura Gregorio Machado, manager de los Navegantes, que han sido blanqueados en dos de los últimos nueve juegos.
El conjunto esperaba que la adición de Juan Rivera le devolviera la profundidad que tuvo su ofensiva cuando en ella estaban Mark Trumbo y Michael Ryan, quienes dejaron al equipo a mediados de noviembre.
Sin embargo, Rivera no ha podido lograr ese impacto. Solo ha conectado ocho hits en 29 turnos, para un average de .276, nada mal. Pero aún no ha disparado extrabases.
En el pitcheo, el equipo se ha venido a menos, luego de ser de los mejores en la primera mitad de la campaña. Desde el 28 de noviembre los lanzadores del Magallanes de forma colectiva tienen efectividad de 5.19 -5.06 los abridores y 5.31 los relevistas-.
Uno de los factores que más ha afectado a los pitchers de los Navegantes es la poca seguridad defensiva de sus compañeros, quienes en los últimos nueve partidos han cometido 15 errores. Esos pecados le han costado diez carreras a los lanzadores y han elevado el total de pifias del conjunto a 60 -la mayor cantidad en la liga-.
Todas esas inconsistencias han provocado la caída del Magallanes, que del primer lugar pasó al cuarto-empatados con los Tigres de Aragua-, y el encendido de sus alarmas.
Saben que a falta de 17 juegos no pueden seguir dando ventajas si quieren llegar al round robin.
La infranqueable coraza con la cual los Navegantes del Magallanes iniciaron esta temporada comienza a reflejar debilidades.
Del sólido, poderoso y temible equipo de las primeras siete semanas de la campaña se ha pasado a un conjunto sobre el cual se ciernen un sinfín de interrogantes, que van desde su inconsistencia ofensiva, pasando por su frágil defensiva e irregular pitcheo, hasta movimientos infructuosos e inesperados de su directiva.
Los Navegantes atraviesan por el peor momento de la temporada. Han perdido ocho de sus últimos nueve encuentros.
La ofensiva del Magallanes ha pasado de temible a mediocre, en las dos últimas semanas. Y es que apenas han fabricado 30 carreras y registran un promedio colectivo de .243.
"Los muchachos están haciendo sus ajustes, están trabajando fuerte. No hay por qué desesperarse", asegura Gregorio Machado, manager de los Navegantes, que han sido blanqueados en dos de los últimos nueve juegos.
El conjunto esperaba que la adición de Juan Rivera le devolviera la profundidad que tuvo su ofensiva cuando en ella estaban Mark Trumbo y Michael Ryan, quienes dejaron al equipo a mediados de noviembre.
Sin embargo, Rivera no ha podido lograr ese impacto. Solo ha conectado ocho hits en 29 turnos, para un average de .276, nada mal. Pero aún no ha disparado extrabases.
En el pitcheo, el equipo se ha venido a menos, luego de ser de los mejores en la primera mitad de la campaña. Desde el 28 de noviembre los lanzadores del Magallanes de forma colectiva tienen efectividad de 5.19 -5.06 los abridores y 5.31 los relevistas-.
Uno de los factores que más ha afectado a los pitchers de los Navegantes es la poca seguridad defensiva de sus compañeros, quienes en los últimos nueve partidos han cometido 15 errores. Esos pecados le han costado diez carreras a los lanzadores y han elevado el total de pifias del conjunto a 60 -la mayor cantidad en la liga-.
Todas esas inconsistencias han provocado la caída del Magallanes, que del primer lugar pasó al cuarto-empatados con los Tigres de Aragua-, y el encendido de sus alarmas.
Saben que a falta de 17 juegos no pueden seguir dando ventajas si quieren llegar al round robin.
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