Sergio Villasmil / Globovisión
Este jueves las aguas del río Escalante lograron inundar el 95% de la población de Santa Cruz de Zulia. En el caserío El Remolino, sólo faltaban escasos 50 metros para que se inundara el total de la parroquia.
A pesar de los esfuerzos que hicieron tanto los representantes del Gobierno Nacional y regional, para que no cediera el muro de contención del sector Palmira, y el muro de Frisulca, finalmente estos colapsaron inundando en su totalidad la población.
Desde hace más de un mes, con la llegada de las lluvias, comenzaron algunas filtraciones en las cabeceras del puente de Santa Cruz de Zulia, adyacente a la empresa “Palmeras El Puerto”, donde los vecinos tuvieron que ser evacuados porque se inundaron sus pequeñas parcelas.
Días después el propietario de la empresa Rigo Urdaneta, autorizó a la comunidad y al gobierno municipal romper el muro de contención, para que las aguas inundaran su finca y evitar que se inundara Santa Cruz, sin embargo, la lucha resultó infructuosa, finalmente la naturaleza reclamó sus espacios, causando estragos y pérdidas millonarias en la localidad.
Denuncian falta de atención
Odalis Bustillo, habitante del sector Primero de Noviembre, informó que: “el día que se iba a anegar esto, vinieron y se llevaron a un poco de gente a los centros de refugios, y a las 11:00pm de ayer se vinieron porque no le habían dado comida. Estoy sacando todavía los corotos porque soy una mujer sola y no nos dio tiempo,” dijo.
Por su parte Vilberto Carvajal, afectado del Barrio Rómulo Betancourt, manifestó “no hemos visto a ninguna persona de ningún gobierno desde ayer, por aquí. A nosotros se se nos metió el agua, la madrugada del miércoles y aquí estamos solos; en la iglesia, hay un centro de operaciones, pero ¿cómo entramos hasta allá? sino tenemos botes”, cuestionó.
“Yo salí a trabajar en una finca de machetero y cuando regresé en la tarde, ya mi rancho se había inundado, perdí todo. ¡Qué desgracia!", comentaba Eudis Pérez Vera, habitante del 3 de Enero.
Se resisten a salir
Algunas familias se resisten a salir de sus viviendas, por temor a ser, robados o invadidos, por lo que prefieren pernoctar en el lugar en contra de su voluntad y a pesar de las adversidades de las inundaciones.
“No nos vamos a ir, aquí está mi casita, aquí lo tengo todo, vamos a esperar que baje el agua y a esperar la ayuda del gobierno.” Acotó Julia Alvear.
Al igual que en el 2005, el padre Gabriel Gómez, párroco de la iglesia de Santa Cruz de Zulia, advirtió a la comunidad que el río se desbordaría nuevamente. “Yo les dije la vez pasada, que eso pasaría, algunos creyeron en mí y sacaron sus corotos y abandonaron sus viviendas.
Paso restringido
El agua alcanzaba un metro de alto, en la carretera que conduce de Santa Cruz a la Redoma el Conuco y a la población de San Carlos de Zulia, por lo que está restringido el paso de vehículos pequeños, camionetas y motocicletas.
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