Foto de archivo
El hecho se registró el miércoles en la noche durante el velorio del antisocialESTRELLA VELANDIA/DAYANA GUZMÁN | ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
Maturín. A Lisandro Eduardo Cova, de 21 años, lo asesinaron a tiros y luego, en su velorio, remataron el cuerpo que estaba ya dentro de la urna.
Este hombre fue el que, durante la madrugada del 31 de agosto del año 2005, apagó de un certero disparo la vida del periodista Edgar Rengifo Cabriles. En aquel entonces, el comunicador se desempeñaba como director del diario El Sol de Maturín.
Lisandro Eduardo Cova, para ese momento, tenía 16 años.
Al llegar a una reunión donde estaba Edgar con unos colegas, el menor entró a la celebración y de varios disparos acabó con la vida del periodista.
Desde ese año, se perdió la cuenta de las veces que Cova escapó de los albergues de menores en Monagas. Prácticamente, pasó su condena evadido y cometiendo otras fechorías, como violaciones.
Por uno de esos delitos, casi lo linchan el 22 de noviembre del año pasado, pero logró escapar.
Tarde pero seguro
Llegó el 2011, y el pasado sábado 8 de enero, tras una medida privativa de libertad emitida por el Tribunal II de Control de Monagas, Cova fue trasladado a la cárcel de La Pica. Pero esta vez lo estaban esperando.
Adentro fue acribillado a tiros y atacado a puñaladas por reclusos de ese penal el pasado martes.
Cuando familiares y amigos de Lisandro Eduardo Cova lo estaban velando, un grupo del sector La Florecita llegó a la vivienda del difunto lanzando tiros al aire, dispersando el velorio. En medio de la confusión, quienes llegaron a interrumpir la ceremonia colocaron la urna de Cova -con el cuerpo adentro- en el medio de la calle, la tirotearon y le prendieron fuego.
Efectivos del Cicpc llegaron al lugar y se llevaron el ataúd para las averiguaciones del caso, dejándola posteriormente en la morgue del hospital Manuel Núñez Tovar.
Lisandro Eduardo Cova, para ese momento, tenía 16 años.
Al llegar a una reunión donde estaba Edgar con unos colegas, el menor entró a la celebración y de varios disparos acabó con la vida del periodista.
Desde ese año, se perdió la cuenta de las veces que Cova escapó de los albergues de menores en Monagas. Prácticamente, pasó su condena evadido y cometiendo otras fechorías, como violaciones.
Por uno de esos delitos, casi lo linchan el 22 de noviembre del año pasado, pero logró escapar.
Tarde pero seguro
Llegó el 2011, y el pasado sábado 8 de enero, tras una medida privativa de libertad emitida por el Tribunal II de Control de Monagas, Cova fue trasladado a la cárcel de La Pica. Pero esta vez lo estaban esperando.
Adentro fue acribillado a tiros y atacado a puñaladas por reclusos de ese penal el pasado martes.
Cuando familiares y amigos de Lisandro Eduardo Cova lo estaban velando, un grupo del sector La Florecita llegó a la vivienda del difunto lanzando tiros al aire, dispersando el velorio. En medio de la confusión, quienes llegaron a interrumpir la ceremonia colocaron la urna de Cova -con el cuerpo adentro- en el medio de la calle, la tirotearon y le prendieron fuego.
Efectivos del Cicpc llegaron al lugar y se llevaron el ataúd para las averiguaciones del caso, dejándola posteriormente en la morgue del hospital Manuel Núñez Tovar.
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