Luego de cinco años hace falta cambiar el guión. Ya no se les puede llamar golpistas, pues han llegado a donde han llegado por el voto; tampoco se les puede acusar de representantes de la burguesía, pues muchas de las leyes que proponían en su campaña están destinadas a los más necesitados. Cilia tampoco podrá entretenerse cortándole el sonido a un diputado, ya que finalmente se bajó del podio directivo, ni podrán mandar a los diputados a "rezar".
Por eso, hace falta cambiar el libreto y estudiarlo una y otra vez, para no equivocarse y, por error, permitirle a la oposición que hable más de la cuenta, como lo hizo el camarada Soto Rojas al decirle a su ahora colega parlamentario Alfonso Marquina que "el tiempo es suyo". Algunas escenas, sin embargo, seguro se mantendrán: los abucheos a la oposición (aunque ahora son más) y, sobre todo, un período tan ineficiente como lo fue salvo por la premura decembrina el anterior.Foto: Renier Otto/TalCualDigital
No hay comentarios:
Publicar un comentario