En 2010 la economía de Venezuela se contrajo por segundo año consecutivo, siendo junto con Haití, los dos únicos países de la región que no registraron crecimiento.
Peor: todo indica que el gobierno no piensa aplicar los correctivos del caso sino que, más bien, se profundizará la crisis económica.
El 1º de enero, se llevó a cabo una devaluación parcial del Bolívar "Fuerte" con la eliminación del tipo de cambio de Bs.F.2,60:$, que se aplicaba a alimentos, medicinas y bienes de capital, unificando así la tasa de cambio oficial a Bs.F.4,30:$.
La devaluación de la tasa preferencial fue de 32,5% (equivalente a un aumento del "precio" del dólar preferencial de 65%), lo cual inevitablemente se verá reflejado en los costos de producción de los alimentos, medicinas y otros productos esenciales. Y por lo que se observa, el Gobierno está renuente a autorizar algún tipo de aumento de precio de los productos de la cesta básica. Tanto es así que voceros oficiales aducen, absurdamente, que Agropatria (ex Agroisleña) estaría supliendo los insumos que permitirán cubrir la cesta básica sin incrementar los precios.
El Gobierno aparentemente piensa que los Bs.F.20 millardos adicionales que le ingresarán a la nación con esta devaluación parcial, serán más que suficientes para sus necesidades, razón por la cual el Presidente anunció que no aumentará el Impuesto al Valor Agregado (IVA) ni aplicará un Impuesto al Débito Bancario (IDB).
El propio Presidente también declaró que PDVSA podría generar unos $3 millardos adicionales para la construcción de viviendas, amén de que seguirá raspando la olla al liquidar el Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM): ya se ordenó el traspaso de $500 millones para financiar la construcción de viviendas; se supone que los $332 millones restantes serán traspasados en un futuro próximo.
Lo más grave es que el Gobierno piensa cubrir sus necesidades mediante nuevo endeudamiento.
Esto no es realista. Los mercados internaciones sencillamente no están en capacidad de absorber montos importantes de deuda venezolana. Según la consultora Británica CMA, Venezuela es el segundo país del mundo (después de Grecia) con mayores probabilidades de caer en default. Es más, ya el año pasado, las nuevas emisiones venezolanas llegaban al mercado con rendimientos de 15% o 16% al vencimiento, lo que los calificaba de "bonos chatarra".
Ello sugiere que a Venezuela le va a ser muy difícil, por no decir imposible, colocar sumas importantes en el mercado internacional.
Y, si el Gobierno intenta levantar fondos en el mercado nacional, se aumentaría la presión inflacionaria a la vez de acaparar el poco crédito disponible para actividades productivas.
En conclusión, se prevé una nueva contracción de la economía y mas inflación en el 2011
Peor: todo indica que el gobierno no piensa aplicar los correctivos del caso sino que, más bien, se profundizará la crisis económica.
El 1º de enero, se llevó a cabo una devaluación parcial del Bolívar "Fuerte" con la eliminación del tipo de cambio de Bs.F.2,60:$, que se aplicaba a alimentos, medicinas y bienes de capital, unificando así la tasa de cambio oficial a Bs.F.4,30:$.
La devaluación de la tasa preferencial fue de 32,5% (equivalente a un aumento del "precio" del dólar preferencial de 65%), lo cual inevitablemente se verá reflejado en los costos de producción de los alimentos, medicinas y otros productos esenciales. Y por lo que se observa, el Gobierno está renuente a autorizar algún tipo de aumento de precio de los productos de la cesta básica. Tanto es así que voceros oficiales aducen, absurdamente, que Agropatria (ex Agroisleña) estaría supliendo los insumos que permitirán cubrir la cesta básica sin incrementar los precios.
El Gobierno aparentemente piensa que los Bs.F.20 millardos adicionales que le ingresarán a la nación con esta devaluación parcial, serán más que suficientes para sus necesidades, razón por la cual el Presidente anunció que no aumentará el Impuesto al Valor Agregado (IVA) ni aplicará un Impuesto al Débito Bancario (IDB).
El propio Presidente también declaró que PDVSA podría generar unos $3 millardos adicionales para la construcción de viviendas, amén de que seguirá raspando la olla al liquidar el Fondo de Estabilización Macroeconómica (FEM): ya se ordenó el traspaso de $500 millones para financiar la construcción de viviendas; se supone que los $332 millones restantes serán traspasados en un futuro próximo.
Lo más grave es que el Gobierno piensa cubrir sus necesidades mediante nuevo endeudamiento.
Esto no es realista. Los mercados internaciones sencillamente no están en capacidad de absorber montos importantes de deuda venezolana. Según la consultora Británica CMA, Venezuela es el segundo país del mundo (después de Grecia) con mayores probabilidades de caer en default. Es más, ya el año pasado, las nuevas emisiones venezolanas llegaban al mercado con rendimientos de 15% o 16% al vencimiento, lo que los calificaba de "bonos chatarra".
Ello sugiere que a Venezuela le va a ser muy difícil, por no decir imposible, colocar sumas importantes en el mercado internacional.
Y, si el Gobierno intenta levantar fondos en el mercado nacional, se aumentaría la presión inflacionaria a la vez de acaparar el poco crédito disponible para actividades productivas.
En conclusión, se prevé una nueva contracción de la economía y mas inflación en el 2011
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