No hay mejor termómetro para medir la ineficacia de este gobierno, que el de las obras que nunca hizo o que comenzó y años después no ha terminado
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
No hay mejor termómetro para medir la pura y simple ineficacia de este gobierno, más acá de la discusión política-ideológica sobre las sandeces que repite Chacumbele sobre su revolución amorista, que el de las obras que nunca hizo o que comenzó y años después no ha terminado. Vaya aquí una lista parcial.
En el Litoral los dos hotelazos que fueron el Macuto Sheraton y el Meliá Caribe son hoy ruinas que ni para damnificados pueden ser utilizados. El teleférico de Mérida se dañó en agosto de 2008 y ahora se anuncia, por enésima vez pero esta para el segundo semestre de ¡2012! su definitiva puesta en servicio. La Torre Este de Parque Central se incendió en octubre de 2004 y no hay manera de que terminen sus reparaciones. Del Bus Caracas, ni hablar.
El tren de Puerto Cabello a Cúa está paralizado. Prometido primero para el 2008, ahora se lo ofrece para ¡2014! La autopista a Oriente, en doce años no ha pasado de donde la dejó la Cuarta, en Caucagua. Los trece kilómetros que faltan para concluir la autopista de Barquisimeto a Morón esperan desde hace doce años. El trolebús de Barquisimeto, que Chacumbele le arrebató al alcalde Henri Falcón y que para terminarlo, lo dejó hasta donde lo llevó Henri.
No olvidemos la patética carretera a Macuro, que Chávez prometió como una reparación histórica a ese pueblo aislado por tierra. Movió él mismo el tractor, para dar inicio a la obra, y hasta ahí llegaron carretera y tractor. La Vuelta al Táchira no pudo comenzar en San Fernando de Apure porque la carretera es absolutamente intransitable hasta para bicicletas.
No hablemos de la plaza Diego Ibarra, detrás del Centro Simón Bolívar. Paremos aquí porque el espacio no da para más, pero, ¡carajo!, solamente por cosas como estas Chacumbele no merece un día más después de 2012.
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
No hay mejor termómetro para medir la pura y simple ineficacia de este gobierno, más acá de la discusión política-ideológica sobre las sandeces que repite Chacumbele sobre su revolución amorista, que el de las obras que nunca hizo o que comenzó y años después no ha terminado. Vaya aquí una lista parcial.
En el Litoral los dos hotelazos que fueron el Macuto Sheraton y el Meliá Caribe son hoy ruinas que ni para damnificados pueden ser utilizados. El teleférico de Mérida se dañó en agosto de 2008 y ahora se anuncia, por enésima vez pero esta para el segundo semestre de ¡2012! su definitiva puesta en servicio. La Torre Este de Parque Central se incendió en octubre de 2004 y no hay manera de que terminen sus reparaciones. Del Bus Caracas, ni hablar.
El tren de Puerto Cabello a Cúa está paralizado. Prometido primero para el 2008, ahora se lo ofrece para ¡2014! La autopista a Oriente, en doce años no ha pasado de donde la dejó la Cuarta, en Caucagua. Los trece kilómetros que faltan para concluir la autopista de Barquisimeto a Morón esperan desde hace doce años. El trolebús de Barquisimeto, que Chacumbele le arrebató al alcalde Henri Falcón y que para terminarlo, lo dejó hasta donde lo llevó Henri.
No olvidemos la patética carretera a Macuro, que Chávez prometió como una reparación histórica a ese pueblo aislado por tierra. Movió él mismo el tractor, para dar inicio a la obra, y hasta ahí llegaron carretera y tractor. La Vuelta al Táchira no pudo comenzar en San Fernando de Apure porque la carretera es absolutamente intransitable hasta para bicicletas.
No hablemos de la plaza Diego Ibarra, detrás del Centro Simón Bolívar. Paremos aquí porque el espacio no da para más, pero, ¡carajo!, solamente por cosas como estas Chacumbele no merece un día más después de 2012.
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