Por: VenEconomía
En Venezuela están sucediendo cosas nunca vistas y que no se sabe cómo van a terminar..
El fenómeno se ha potenciado desde el 31 de enero de 2011 cuando ocho estudiantes universitarios iniciaron una huelga de hambre frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Caracas.
Ahora esta huelga de hambre pica y se extiende. Ya suman 83 estudiantes para este lunes 21 de febrero, y se propaga por ochos estados de la República y a varias sedes de embajadas de diferentes países en Caracas. Además de que se han incorporado a la huelga miembros de las Mujeres de Negro, un grupo de venezolanas declaradas en resistencia civil contra el régimen de Hugo Chávez, y se ha anunciado que otros estudiantes iniciarán protestas de calle a nivel nacional para apoyar a los huelguistas.
El objetivo principal de estos estudiantes es lograr que el secretario General de la OEA, José Manuel Insulza, cumpla la promesa hecha en diciembre de 2009 de venir a Venezuela a ver el "estado de los presos políticos y la violación de los derechos humanos" supuestamente cometidos por el Gobierno de Chávez, además de exigir justicia para los presos políticos y el cese de persecución a los venezolanos en el exilio.
En resumen, como dijo a la prensa uno de los huelguistas, una protesta de los que "tienen hambre de libertad".
Hasta ahora, pareciera que los estudiantes en pie de lucha han puesto al Gobierno entre la espada y la pared.
Los estudiantes también han logrado que Insulza siga incrementando su distanciamiento con Hugo Chávez, al declarar que no ha venido al país a cumplir la promesa a los estudiantes porque el Gobierno venezolano no lo ha permitido. Este decir en lenguaje diplomático, indica que Insulza está conciente de que en Venezuela sí hay presos políticos y que las cosas no están claras en materia de derechos humanos.
Esta huelga de hambre generalizada de los estudiantes además está teniendo una resonancia nacional e internacional de gran impacto, potenciada por la sensibilización de la opinión pública por los acontecimientos de Tunez, Egipto, Libia y otros países del oriente medio.
Tomando en consideración que al Gobierno no le tembló el pulso para dejar morir de mengua al productor agropecuario, Franklin Brito, la pregunta que surge es ¿los estudiantes lograrán vencer la indolencia y la indiferencia de los revolucionarios? ¿Las cosas pasarán a mayores?
Este movimiento de protesta estudiantil apenas comienza a tomar cuerpo, aunque es muy difícil anticipar a dónde llegará.Lo que sí es un hecho es que es uno de los fenómenos más importante de mucho tiempo en Venezuela.
El fenómeno se ha potenciado desde el 31 de enero de 2011 cuando ocho estudiantes universitarios iniciaron una huelga de hambre frente a la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Caracas.
Ahora esta huelga de hambre pica y se extiende. Ya suman 83 estudiantes para este lunes 21 de febrero, y se propaga por ochos estados de la República y a varias sedes de embajadas de diferentes países en Caracas. Además de que se han incorporado a la huelga miembros de las Mujeres de Negro, un grupo de venezolanas declaradas en resistencia civil contra el régimen de Hugo Chávez, y se ha anunciado que otros estudiantes iniciarán protestas de calle a nivel nacional para apoyar a los huelguistas.
El objetivo principal de estos estudiantes es lograr que el secretario General de la OEA, José Manuel Insulza, cumpla la promesa hecha en diciembre de 2009 de venir a Venezuela a ver el "estado de los presos políticos y la violación de los derechos humanos" supuestamente cometidos por el Gobierno de Chávez, además de exigir justicia para los presos políticos y el cese de persecución a los venezolanos en el exilio.
En resumen, como dijo a la prensa uno de los huelguistas, una protesta de los que "tienen hambre de libertad".
Hasta ahora, pareciera que los estudiantes en pie de lucha han puesto al Gobierno entre la espada y la pared.
Los estudiantes también han logrado que Insulza siga incrementando su distanciamiento con Hugo Chávez, al declarar que no ha venido al país a cumplir la promesa a los estudiantes porque el Gobierno venezolano no lo ha permitido. Este decir en lenguaje diplomático, indica que Insulza está conciente de que en Venezuela sí hay presos políticos y que las cosas no están claras en materia de derechos humanos.
Esta huelga de hambre generalizada de los estudiantes además está teniendo una resonancia nacional e internacional de gran impacto, potenciada por la sensibilización de la opinión pública por los acontecimientos de Tunez, Egipto, Libia y otros países del oriente medio.
Tomando en consideración que al Gobierno no le tembló el pulso para dejar morir de mengua al productor agropecuario, Franklin Brito, la pregunta que surge es ¿los estudiantes lograrán vencer la indolencia y la indiferencia de los revolucionarios? ¿Las cosas pasarán a mayores?
Este movimiento de protesta estudiantil apenas comienza a tomar cuerpo, aunque es muy difícil anticipar a dónde llegará.Lo que sí es un hecho es que es uno de los fenómenos más importante de mucho tiempo en Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario