"La Hojilla es un programa contrarrevolucionario y de muy mal gusto". La frase, lapidaria, la pronunció el veteranísimo dirigente comunista (del PCV) Jerónimo Carrera, en un programa de televisión nocturno, Buenas Noches
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
"La Hojilla es un programa contrarrevolucionario y de muy mal gusto". La frase, lapidaria, la pronunció el veteranísimo dirigente comunista (del PCV) Jerónimo Carrera, en un programa de televisión nocturno, Buenas Noches, el viernes pasado, entrevistado por Carla Angola.
Mucha gente sostiene opiniones semejantes a las de Carrera, porque ese programa es una verdadera cloaca, que ninguna persona con un mínimo respeto por sí misma no puede ver sino con disgusto y asco.
Pero la condena vino esta vez del miembro de un partido que acompaña a Chávez (a pesar del maltrato a que está sometido desde hace años por el socio mayor), y que, debe inferirse, se trata de una opinión que comparten seguramente muchos, si no todos sus camaradas.
De las opiniones políticas e ideológicas de Jerónimo Carrera puede diferirse, como, en efecto, este minicronista lo hace, pero su severo juicio sobre ese programa del canal 8, que Carrera extiende, implícitamente, a su asqueroso conductor, sin embargo, a pesar de las diferencias que, ya dije, existen entre Jerónimo y yo, gratifica saber que la ética insobornable de los viejos comunistas sigue presente en alguien que por encima de los noventa años posee el sobrio coraje de condenar inapelablemente a ese pozo séptico en el cual flota cómodamente el indigno miserable que lo dirige.
Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
"La Hojilla es un programa contrarrevolucionario y de muy mal gusto". La frase, lapidaria, la pronunció el veteranísimo dirigente comunista (del PCV) Jerónimo Carrera, en un programa de televisión nocturno, Buenas Noches, el viernes pasado, entrevistado por Carla Angola.
Mucha gente sostiene opiniones semejantes a las de Carrera, porque ese programa es una verdadera cloaca, que ninguna persona con un mínimo respeto por sí misma no puede ver sino con disgusto y asco.
Pero la condena vino esta vez del miembro de un partido que acompaña a Chávez (a pesar del maltrato a que está sometido desde hace años por el socio mayor), y que, debe inferirse, se trata de una opinión que comparten seguramente muchos, si no todos sus camaradas.
De las opiniones políticas e ideológicas de Jerónimo Carrera puede diferirse, como, en efecto, este minicronista lo hace, pero su severo juicio sobre ese programa del canal 8, que Carrera extiende, implícitamente, a su asqueroso conductor, sin embargo, a pesar de las diferencias que, ya dije, existen entre Jerónimo y yo, gratifica saber que la ética insobornable de los viejos comunistas sigue presente en alguien que por encima de los noventa años posee el sobrio coraje de condenar inapelablemente a ese pozo séptico en el cual flota cómodamente el indigno miserable que lo dirige.
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