Una mexicana de 19 años cumple hoy diez días en huelga de hambre frente a la embajada británica en México para reclamar una invitación a la boda real del príncipe Guillermo de Inglaterra, que se celebrará el próximo 29 de abril en la abadía de Westminster, según explicó hoy a Efe la joven.
A pocos metros de la entrada principal de la embajada, Estíbaliz Chávez, una estudiante de 19 años, tiene montada una tienda de campaña donde duerme y guarda sus pertenencias. Junto a ella coloca a diario un retrato del príncipe y su prometida, Kate Middleton, y una serie de panfletos en los que se pregunta: "¿Me dejarán morir sólo por no darme una invitación a la boda real?".
Cuestionada por si, a la vista de la situación de extrema violencia que atraviesa México, no hay motivos más serios e importantes para ponerse en huelga de hambre, sonríe y se limita a responder que "si todos lucharan por sus sueños, el mundo sería mucho mejor".
"Después de ir a la boda del príncipe Guillermo, podré morirme en paz", dijo a Efe Chávez, que en estos días de protesta ha bajado ya siete kilos de peso.
En otro de los carteles, escrito en inglés, explica que es una joven de pocas posibilidades económicas pero que sus deseos por ir traspasan "todo límite", por lo que haría todo, "hasta lo imposible", por acompañar a los príncipes el día de su boda.
Para ella, asistir a un enlace real ha sido el sueño de toda su vida, especialmente de la monarquía inglesa, ya que la admiración que siente por la princesa Diana la lleva desde niña en la sangre. "Mi madre me enseño a quererla desde que tengo uso de razón", dijo.
Estíbaliz Chávez entregó ayer a funcionarios de la embajada británica una carta dirigida a la embajadora Judith Macgregoren en la que explica sus razones para querer ir a la boda y reconoce que comprende que su petición "no es normal, pero sí profunda".
Ahora, la joven esta a la espera de una respuesta "contundente y clara" que le permita saber si cumplirá o no su sueño, y mientras tanto anuncia que permanecerá frente a la oficina diplomática sin comer "hasta que ya no pueda más".
"No los creo capaces de dejarme morir. Deberían entender que no sólo me harían un favor a mí, sino que tendrían la oportunidad de limpiar su imagen después de lo ocurrido con los presentadores de 'Top Gear'", comentó en referencia a un programa de la televisión británica que recientemente hizo comentarios ofensivos hacia México.
A pocos metros de la entrada principal de la embajada, Estíbaliz Chávez, una estudiante de 19 años, tiene montada una tienda de campaña donde duerme y guarda sus pertenencias. Junto a ella coloca a diario un retrato del príncipe y su prometida, Kate Middleton, y una serie de panfletos en los que se pregunta: "¿Me dejarán morir sólo por no darme una invitación a la boda real?".
Cuestionada por si, a la vista de la situación de extrema violencia que atraviesa México, no hay motivos más serios e importantes para ponerse en huelga de hambre, sonríe y se limita a responder que "si todos lucharan por sus sueños, el mundo sería mucho mejor".
"Después de ir a la boda del príncipe Guillermo, podré morirme en paz", dijo a Efe Chávez, que en estos días de protesta ha bajado ya siete kilos de peso.
En otro de los carteles, escrito en inglés, explica que es una joven de pocas posibilidades económicas pero que sus deseos por ir traspasan "todo límite", por lo que haría todo, "hasta lo imposible", por acompañar a los príncipes el día de su boda.
Para ella, asistir a un enlace real ha sido el sueño de toda su vida, especialmente de la monarquía inglesa, ya que la admiración que siente por la princesa Diana la lleva desde niña en la sangre. "Mi madre me enseño a quererla desde que tengo uso de razón", dijo.
Estíbaliz Chávez entregó ayer a funcionarios de la embajada británica una carta dirigida a la embajadora Judith Macgregoren en la que explica sus razones para querer ir a la boda y reconoce que comprende que su petición "no es normal, pero sí profunda".
Ahora, la joven esta a la espera de una respuesta "contundente y clara" que le permita saber si cumplirá o no su sueño, y mientras tanto anuncia que permanecerá frente a la oficina diplomática sin comer "hasta que ya no pueda más".
"No los creo capaces de dejarme morir. Deberían entender que no sólo me harían un favor a mí, sino que tendrían la oportunidad de limpiar su imagen después de lo ocurrido con los presentadores de 'Top Gear'", comentó en referencia a un programa de la televisión británica que recientemente hizo comentarios ofensivos hacia México.
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