El encargado de negocios de Washington en Caracas, John Caulfield, lamentó este martes que las relaciones de Venezuela y Estados Unidos se encuentren actualmente en "un punto muerto" por la ausencia de embajadores en sus legaciones diplomáticas. Caulfield, a cargo de la embajada estadounidense desde julio de 2010, también se refirió a la expropiación de Owens Illinois, por parte del presidente Chávez, y calificó la acción como un "terremoto para las empresas estadounidenses"
"Una relación normal permitiría tener más diálogo. No tenemos eso por ahora", dijo Caulfield.
"Estamos en un punto muerto", dijo Caulfield, durante un debate en el centro Diálogo Interamericano en Washington, junto a embajadores estadounidenses para varios países sudamericanos.
Larry Palmer, quien debe ser todavía ratificado por el Senado estadounidense, fue vetado por Caracas por unas críticas declaraciones que hizo sobre la presencia de guerrilla colombiana en Venezuela y presunta influencia cubana en el Ejército venezolano.
Tras meses de declaraciones cruzadas, Washington retiró el 30 de diciembre la visa diplomática del embajador venezolano, Bernardo Álvarez.
El encargado de negocios calificó de "terremoto para las empresas estadounidenses" en Venezuela el anuncio de la expropiación en octubre pasado de la filial de la productora norteamericana de envases de vidrio Owens Illinois, bajo acusación de provocar daños ambientales y explotar a sus trabajadores.
"Era una compañía que no se había visto envuelta en controversia" hasta ese momento, dijo el Caulfield, y la decisión del gobierno de Chávez fue "una llamada de atención y tuvo un serio impacto en la comunidad empresarial".
"No estamos seguros de cómo esto afectará sus decisiones sobre inversiones", dijo el encargado de negocios.
En materia política, Caulfield estimó que hay "un verdadero juego político" tras las elecciones legislativas de septiembre, cuando la oposición consiguió un 40% de los escaños en el Parlamento.
Ambos bandos tienen "la mirada puesta en las elecciones presidenciales de 2012", dijo Caulfield.
Resta observar si "el campo de juego está nivelado", dijo el diplomático, al recordar que Washington ha criticado, entre otras cosas, la situación de la libertad de expresión en Venezuela.
"Una relación normal permitiría tener más diálogo. No tenemos eso por ahora", dijo Caulfield.
"Estamos en un punto muerto", dijo Caulfield, durante un debate en el centro Diálogo Interamericano en Washington, junto a embajadores estadounidenses para varios países sudamericanos.
Larry Palmer, quien debe ser todavía ratificado por el Senado estadounidense, fue vetado por Caracas por unas críticas declaraciones que hizo sobre la presencia de guerrilla colombiana en Venezuela y presunta influencia cubana en el Ejército venezolano.
Tras meses de declaraciones cruzadas, Washington retiró el 30 de diciembre la visa diplomática del embajador venezolano, Bernardo Álvarez.
El encargado de negocios calificó de "terremoto para las empresas estadounidenses" en Venezuela el anuncio de la expropiación en octubre pasado de la filial de la productora norteamericana de envases de vidrio Owens Illinois, bajo acusación de provocar daños ambientales y explotar a sus trabajadores.
"Era una compañía que no se había visto envuelta en controversia" hasta ese momento, dijo el Caulfield, y la decisión del gobierno de Chávez fue "una llamada de atención y tuvo un serio impacto en la comunidad empresarial".
"No estamos seguros de cómo esto afectará sus decisiones sobre inversiones", dijo el encargado de negocios.
En materia política, Caulfield estimó que hay "un verdadero juego político" tras las elecciones legislativas de septiembre, cuando la oposición consiguió un 40% de los escaños en el Parlamento.
Ambos bandos tienen "la mirada puesta en las elecciones presidenciales de 2012", dijo Caulfield.
Resta observar si "el campo de juego está nivelado", dijo el diplomático, al recordar que Washington ha criticado, entre otras cosas, la situación de la libertad de expresión en Venezuela.
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