OSWALDO GUILLÉN | EL UNIVERSAL
No tengo la respuesta. No sé si la culpa es de MLB, de los jugadores, de los equipos, de la Confederación. No sé. Lo cierto es que la Serie del Caribe pareciera destinada a desaparecer si no hacen algo para lograr que las figuras de cada país asistan. Son tantas las restricciones que pone MLB a sus jugadores para que participen en los torneos invernales, que me atrevo a asegurar que en los próximos 10 años México va a conquistar el título por lo menos en 6 ocasiones. ¿Por qué? Porque a ellos no les ponen limitaciones. Por esa misma razón Japón y Cuba van a estar en las finales del Clásico Mundial. Mientras MLB prohibe que sus pitchers, incluso desde clase A, jueguen en invierno, sin pensar que eso podría beneficiar su desarrollo, los cubanos y japoneses andan jugando sin problemas. El peligro no es sólo que el público deje de asistir a los juegos de la Serie del Caribe, sino que los patrocinantes se nieguen a invertir en un evento que llama poco la atención por falta de figuras, con todo el respeto que merecen los jugadores que sí asisten a la serie. Eso sin hablar del poco nivel del arbitraje que vimos este año. Comparo lo que era la Serie del Caribe en mis días de jugador con lo que es ahora, y me pregunto: ¿de quién es la culpa?
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