El nuevo gobierno que regirá los destinos del país a partir de 2013 tendrá dos misiones fundamentales: refundar la democracia y reconstruir a la nación
Por: Enrique Ochoa Antich/TalCualDigital
El nuevo gobierno que regirá los destinos del país a partir de 2013 tendrá dos misiones fundamentales: refundar la democracia y reconstruir a la nación.
Para sentar las bases de un recambio de tales proporciones, deberá emprender desde el primer momento algunos urgentes, desafiantes e inapelables... y muy delicados cambios políticos, institucionales, económicos y sociales, entre los cuales me atrevería a destacar:
Necesaria e inmediata reforma constitucional mediante referendo popular que liquide la reelección indefinida del Presidente, con una disposición transitoria que establezca que quien ya haya ejercido la presidencia por más de dos oportunidades, no podrá optar nunca más al cargo.
Recomposición mediante métodos democráticos del Poder Legislativo que permita la elección de un nuevo Parlamento que se apegue estrictamente al principio de representación proporcional.
Recomposición del Tribunal Supremo de Justicia de modo de garantizar una verdadera autonomía e idoneidad del Poder Judicial. Otro tanto deberá hacerse con los Poderes Moral y Electoral.
Conformación de una imparcial Comisión de la Verdad que establezca la responsabilidad de los principales jerarcas del actual gobierno en las numerosas violaciones a los derechos humanos.
Amnistía para todos los presos políticos. Designación de un Tribunal Especial de Salvaguarda que investigue y sancione los numerosísimos hechos de corrupción cometidos por las más altas autoridades del régimen chaviano.
Medidas urgentes de reactivación del aparato productivo, lo que debe implicar medidas audaces de atracción del capital nacional y extranjero privado y de apertura de la economía nacional, dentro de una visión enmarcada en los amplios conceptos de la economía social de mercado.
Mantenimiento, profundización y ampliación de todos los programas sociales destinados a los sectores más débiles de la población en situación de pobreza: niños, madres, ancianos, desempleados, discapacitados, etc.
Será a partir del sólido piso que estas medidas pueden ofrecerle al nuevo gobierno que podrá emprenderse el muy trabajoso, complejo y rudo proceso de reconstrucción institucional, económica, material y física, social, cultural, e internacional de Venezuela. Tal vez entonces nos percatemos de que lo más fácil fue salir del tirano y no tanto superar su ominosa herencia.
eochoaantich@gmail.com @EOchoaAntich (Twitter)
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