Quién amenaza realmente a Pdvsa, "el imperio", con sus torpes e inocuas decisiones de la semana pasada, rechazadas por todo el país, o el chacumbelato, que ha transformado a la gran empresa que una vez fue Pdvsa en un corral de pillos y de pillerías, cada vez más ineficiente y menos productiva?
El saqueo de Pdvsa ha llegado a tales extremos que Chacumbele ya no puede soslayar más esas vagabunderías y se ha sentido obligado a cambiar para que nada cambie, desde luego, pero al menos para disimular. Veamos quiénes han salido de la Directiva. Eudomario Carruyo, ex director de Finanzas, vinculado al escándalo de los fondos de pensiones de los trabajadores petroleros, de los cuales se "perdieron", en dos tandas, 1.300 milloncejos de dólares. Luis Pulido, teniente coronel, ex director de Producción y Logística, hoy preso, y hasta ahora prácticamente el único responsable de Pudreval. Fadi Kabboul, director de Planificación y Control y ex director de Bariven (la empresa que se encarga de las compras en el exterior), cuyo nombre suena en lo de Pudreval.
Carlos Vallejo, ex director de Pdvsa Gas, quien no puede con la carga de los problemas laborales existentes en la empresa y, por último, pero no por ello el menos importante (y cuidado si el que más), el general de División Aref Richani Jiménez, quien compartía su tiempo como director externo de Pdvsa con el de gran jefe de Cavim, la empresa de la FAN, productora de municiones y armas cortas, cuyo nombre ha sonado en las "relaciones peligrosas" con Irán. La mera enunciación de los nombres y cargos ocupados, a los cuales habría que añadir el de aquel vicepresidente de Pdvsa de apellido Uzcátegui, quien fue cazado con las manos en la masa del maletín de Antonini, da buena cuenta de que estos caballeros no habrían desentonado en aquella famosa reunión de los montes Apalaches, en Estados Unidos, que constituye una de las escenas más memorables de la película El Padrino. Por supuesto, en la lista falta el nombre de Rafael Ramírez, cuya extraña impunidad, sobre todo en esta movida de mata, no deja de llamar la atención, aunque es válido preguntarse si la designación de Maduro y Giordani no tendrá por objetivo colocarle dos comisarios políticos a un Ramírez que ha acumulado tanto poder como para haber despertado la desconfianza de su amo y señor.
Por eso desde septiembre de 2009 Pdvsa no ha entregado su informe de gestión auditado; por eso en doce años se han producido 43 víctimas fatales en una empresa donde tales cosas sólo ocurrían excepcionalmente; por eso, accidente tras accidente en las refinerías, en Paraguaná se han dejado de producir 51 millones de barriles de gasolina (multiplique por 80 dólares el barril) y ahora ¡importamos gasolina! Los Estatutos de la empresa han sido cambiados a voluntad y conveniencia de Chacumbele. Una vez para meter a su primo Asdrúbal en la Directiva; otra vez para rebautizar a Pdvsa como "Socialista" y ahora para introducir a Giordani y Maduro. Ningún empresario privado maneja su empresa con tanta discrecionalidad como Chacumbele a Pdvsa. De hecho ésta ha sido privatizada: es propiedad privada de Chacumbele.
El saqueo de Pdvsa ha llegado a tales extremos que Chacumbele ya no puede soslayar más esas vagabunderías y se ha sentido obligado a cambiar para que nada cambie, desde luego, pero al menos para disimular. Veamos quiénes han salido de la Directiva. Eudomario Carruyo, ex director de Finanzas, vinculado al escándalo de los fondos de pensiones de los trabajadores petroleros, de los cuales se "perdieron", en dos tandas, 1.300 milloncejos de dólares. Luis Pulido, teniente coronel, ex director de Producción y Logística, hoy preso, y hasta ahora prácticamente el único responsable de Pudreval. Fadi Kabboul, director de Planificación y Control y ex director de Bariven (la empresa que se encarga de las compras en el exterior), cuyo nombre suena en lo de Pudreval.
Carlos Vallejo, ex director de Pdvsa Gas, quien no puede con la carga de los problemas laborales existentes en la empresa y, por último, pero no por ello el menos importante (y cuidado si el que más), el general de División Aref Richani Jiménez, quien compartía su tiempo como director externo de Pdvsa con el de gran jefe de Cavim, la empresa de la FAN, productora de municiones y armas cortas, cuyo nombre ha sonado en las "relaciones peligrosas" con Irán. La mera enunciación de los nombres y cargos ocupados, a los cuales habría que añadir el de aquel vicepresidente de Pdvsa de apellido Uzcátegui, quien fue cazado con las manos en la masa del maletín de Antonini, da buena cuenta de que estos caballeros no habrían desentonado en aquella famosa reunión de los montes Apalaches, en Estados Unidos, que constituye una de las escenas más memorables de la película El Padrino. Por supuesto, en la lista falta el nombre de Rafael Ramírez, cuya extraña impunidad, sobre todo en esta movida de mata, no deja de llamar la atención, aunque es válido preguntarse si la designación de Maduro y Giordani no tendrá por objetivo colocarle dos comisarios políticos a un Ramírez que ha acumulado tanto poder como para haber despertado la desconfianza de su amo y señor.
Por eso desde septiembre de 2009 Pdvsa no ha entregado su informe de gestión auditado; por eso en doce años se han producido 43 víctimas fatales en una empresa donde tales cosas sólo ocurrían excepcionalmente; por eso, accidente tras accidente en las refinerías, en Paraguaná se han dejado de producir 51 millones de barriles de gasolina (multiplique por 80 dólares el barril) y ahora ¡importamos gasolina! Los Estatutos de la empresa han sido cambiados a voluntad y conveniencia de Chacumbele. Una vez para meter a su primo Asdrúbal en la Directiva; otra vez para rebautizar a Pdvsa como "Socialista" y ahora para introducir a Giordani y Maduro. Ningún empresario privado maneja su empresa con tanta discrecionalidad como Chacumbele a Pdvsa. De hecho ésta ha sido privatizada: es propiedad privada de Chacumbele.
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