La fiscal general Luisa Ortega, calificó hoy de contradictoria e incongruente la negativa de Costa Rica de extraditar a Henry López Sisco, acusado por la Masacre de Yumare, cometida en 1986.
Ortega explicó en un programa radial que las autoridades de ese país centroamericano argumentaron la condición de refugiado del excomisario de la extinta Disip, cuerpo de inteligencia señalado por violaciones de los derechos humanos en los años 70, 80 y 90 del siglo pasado.
Para la funcionaria, constituye una burla el otorgamiento de la figura de refugiado a López, buscado aquí por homicidio calificado, simulación de hecho punible, privación ilegítima de libertad, violación de domicilio, abuso de autoridad, falso testimonio y uso indebido de arma de fuego.
Costa Rica reconoce esos delitos comunes por los cuales se le persigue, que deberían impedir la entrega de tal condición, de ahí lo incongruente de su postura, acotó.
De acuerdo con las pesquisas realizadas en Venezuela, López es uno de los implicados en el asesinato de nueve luchadores sociales en mayo de 1986 en el estado de Yaracuy, crimen conocido como Masacre de Yumare.
El discurso oficial de entonces atribuyó el suceso a un enfrentamiento armado, versión desacreditada por varias investigaciones, testimonios y el reconocimiento del general retirado del Ejército Alexis Sánchez.
Sánchez admitió su responsabilidad y pidió perdón a los familiares de las víctimas, confesión que fortaleció el pedido de extradición a Costa Rica de López, prófugo circulado vía Interpol, cuyo paradero se supo recientemente.
TalCualDigital
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