Desde que al Gobierno nacional se le ocurrió la plausible idea del BusCaracas, los residentes y comerciantes de la avenida Fuerzas Armadas no hacen más que mirar al cielo y mascullar entre dientes una maldición. Desde entonces, han pasado 5 ministros de Transporte y dos alcaldes capitalinos, todos rojitos, y ante la evidencia de la promesa incumplida, acuden a las excusas, renuevan las ofertas y desaparecen. Son los vecinos y transeúntes los que deben ingeniárselas para atravesar las vías destrozadas. O las huellas de la incapacidad para gobernar.
Foto: Saúl Uzcátegui /TalCualDigital
Foto: Saúl Uzcátegui /TalCualDigital
No hay comentarios:
Publicar un comentario