lunes, 30 de mayo de 2011

Las muertes de El Rosal/Simón Boccanegra 30may11

Rivero, Pérez y Marín murieron en "extrañas circunstancias", que la inmensa mayoría de las veces son las mismas de siempre: torturas, golpizas y malos tratos de los policías. Esta vez todo indica que las causas son las mismas


Por: Simón Boccanegra/TalCualDigital
Pedro Cipriano Rivero, William Pérez, Rubén Arnal Marín murieron el pasado jueves mientras estaban detenidos en la sede del CICPC en El Rosal. Que un preso en una cárcel, retén o dependencia policial venezolana muera, no es algo novedoso. Durante 2010 fueron asesinados en las cárceles 476 personas.

Sin embargo, esta dependencia del CICPC no es propiamente una prisión. Allí son llevados personas que pueden haber cometido algún delito y están siendo investigados. Es una especie de estación de transferencia, pero donde ocurren toda serie de irregularidades.

Varias de ellas fueron denunciadas en noviembre de 2010 por Luis Ugas a través de este medio, entre ellas que había dos tipos de celdas: unas para quienes tenían como pagar 3500 bolívares semanales para “disfrutar” de ciertas “comodidades” como ver televisión, y otra donde la gente no tiene dinero y por lo tanto tampoco cuenta con espacio para dormir ni para sentarse.

Capitalismo puro hecho en socialismo. Las denuncias de Ugas no recibieron ningún tipo de atención por parte de la defensora del proceso, Gabriela Ramírez ni por la fiscal del PSUV Luisa Ortega Díaz, de haberlo hecho tal vez hubieran evitado estas muertes pues la impunidad alienta el delito.

En esta oportunidad y dada la gravedad de lo ocurrido, ambas funcionarias reaccionaron, pero no lo hicieron con la misma diligencia que tuvieron cuando una de sus jefas, Cilia Flores, denunció los injustificables abusos cometidos por funcionarios de la policía de Chacao contra unos detenido.

Ahora no emitieron declaraciones a los medios, como en aquella oportunidad. Se limitaron a nombrar a funcionarios de sus despachos para que investiguen lo ocurrido.

Rivero, Pérez y Marín murieron en “extrañas circunstancias”, que la inmensa mayoría de las veces son las mismas de siempre: torturas, golpizas y malos tratos de los policías. Esta vez todo indica que las causas son las mismas, esperemos que las consecuencias sean diferentes y los responsables paguen por ellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario