Por: Teodoro Petkoff/TalCualDigital
El cerco progresivo sobre el ejercicio de la libertad de expresión se estrecha cada vez más. Por primera vez un medio impreso ha sido clausurado por el gobierno. Hasta ahora, tanto el cierre de Radio Caracas TV y de las 32 emisoras de radio, aunque el fondo estaba claro, la forma utilizada se amparó tras argumentos seudo legales y administrativos.
En el caso del cierre de 6to Poder, sin tapujos de ninguna clase, sin juicio, sin mayores artificios legaloides, y con una velocidad insólita, simplemente porque esa fue la orden, se prohibió la circulación del semanario por la pura voluntad del gobierno. Es la primera vez que un medio impreso ha sido cerrado. Se trata de un salto cualitativo en el curso que lleva el empeño del gobierno en constreñir la libertad de expresión y la razón que nos lleva a comentar el tema corresponde a la indeclinable postura mantenida por este diario de protestar todo ataque a la libertad de expresión, sea quien sea la víctima y al margen de si coincidimos o no con sus posturas político-editoriales. No ha habido un solo abuso contra la libertad de expresión que no haya contado con nuestra enérgica protesta y solidaridad con los afectados. Defender los derechos de los otros, en definitiva, es defender nuestros propios derechos.
Subleva a toda persona decente el cúmulo de razones esgrimidas para el cierre de 6to Poder . Toda la doble mo- ral que caracteriza a este régimen ha sido puesta de manifiesto. Un régimen cuyo jefe emplea en muchas ocasiones y en cualquier horario un lenguaje lleno de insultos, algunos de ellos de abierta procacidad ("victoria de mierda", "oposición de mierda", sólo para recordar algunos de ellos) y que mantiene en el canal del Estado dos programas como La Hojilla y Dando y Dando, cuyos con- ductores son emblemas del peor periodismo y del lenguaje más sucio y ofensivo en lo personal que haya existido en este país, tiene los riñones de cerrar un semanario por lo que, en definitiva, aunque de dudoso gusto, no constituye ningún delito y no era más que una chuscada, referida precisamente a la alcahuetería y la falta de probidad de las señoras que ocupan algunos de los cargos más relevantes del país, aquellos precisamente encargados, entre otras cosas, de garantizar que basureros como los dos programas del canal 8 puedan desempeñarse con total impunidad. Atención: no pedimos que los clausuren sino simplemente que se les llame la atención acerca de la inaceptabilidad de ese lenguaje y de esos procederes en una sociedad democrática.
Porque, para decirlo claramente, tanto Mario Silva como Nolia son lisa y simplemente discípulos de Joseph Goebbels, el artífice de la propaganda nazi, quien la basaba precisamente en el uso de ese lenguaje contra las víctimas del nazismo. Silva y Nolia no son sólo chavistas, son nazi-fascistas y esa sola razón es suficiente para llevar a un régimen que se respete a sí mismo a impedirles el sucio, cobarde y rastrero ejercicio de sus detestables convicciones.
Pero, desde luego, no lo hace ni lo hará.
Para eso tendría que tener un espíritu democrático. Simplemente, no lo tiene.
Cerrar 6to Poder es más fácil.
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