Una de las metas principales de Hugo Chávez ha sido la eliminación del sector productivo privado. El proceso lo ha realizado sistemáticamente por años mediante un goteo contínuo usando varias técnicas malévolas que se interrelacionan.
Destacan entre otras muchas, las tomas de propiedades privadas productivas, vía expropiación, confiscación o nacionalización según sea el capricho del Presidente.
Otros asaltos a la actividad privada, tal vez menos conocidos, pero no por ello menos destructivos incluyen:
1) Un sin fin de contribuciones parafiscales para las empresas privadas dirigidas a subvencionar a diferentes entes públicos. Entre los ejemplos más recientes se cuenta la Ley de Deporte y Educación Física, promulgada en agosto de 2011, que le pecha el 1% a las empresas grandes para financiar al sector, sin que esa contribución sea deducible de los impuestos. A pesar de que muchas empresas grandes, como Polar y las entidades financieras más importantes por años vienen financiado a motu propio el deporte en el país, ahora ese aporte no sólo es obligatorio sino que se hace bajo el control del Gobierno. Otro ejemplo, es la Ley de Ciencia, Investigación y Tecnología (LOCTI), la cual en un principio venía cumpliendo su objetivo de estimular a la empresa privada a contribuir con el fomento de innovaciones tecnológicas y científicas. Pero, que con la reforma de la Ley en diciembre de 2010, se le eliminó a la empresa privada el derecho de elegir a su criterio en concordancia con el Ejecutivo cuáles son los proyectos a los que se dirige su contribución, y se pasó esta potestad al criterio unilateral del Gobierno.
2) A esto se le agrega el asalto que se le hace a la banca privada. A este sector se le ha obligado mediante gavetas a financiar con dinero de los depositantes diversos sectores no necesariamente rentables o de bajo riesgo, como la agricultura, turismo, micro empresas y viviendas. Recientemente se les autorizó a rebajar el encaje legal en tres puntos porcentuales, y se les obligó a que ese dinero liberado se aplicara a financiar a la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Ahora, este jueves 25 de agosto, tras amenazas de nacionalizarlos por contravenir sus designios y echarles en cara la gran cantidad de dinero que supuestamente tienen, Chávez asomó la idea de que el Gobierno podría recurrir a los bancos privados para financiar diversos proyectos del Ejecutivo, en especial escuelas y universidades públicas. Cabe acotar, que es legendario el aporte privado a la educación pública en Venezuela, uno de los más emblemáticos son las escuelas rurales del Dividendo Voluntario Para la Comunidad.
El caso es que mientras el Gobierno dilapida a manos llenas los recursos del Estado, estrangula a la empresa privada y ahora va por los ahorros de los ciudadanos.
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