El calor que se está sintiendo en esta capital obliga a quienes en ella habitan. Estos niños tuvieron una solución fácil en esta plaza de los Palos Grandes. No saben nada de la diatriba política que vive el país todos los días. Ni de los bombardeos que el imperialismo hace sobre Libia, según Chacumbele.
Tampoco de la inflación que vuelve agua el salario de sus padres. Ni muchos menos de la última ocurrencia de Esteban de traerse las reservas de oro con doce años de retraso. Lo de ellos es jugar, divertirse, pasarla bien, remojarse y quitarse el calor natural que Caracas les da.Foto: Miguel Lozada
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