FOTO: SAÚL UZCÁTEGUI
El Lago de Valencia continúa creciendo. El agua llega hasta la mitad de los postes, supera la altura de las ventanas y hasta las camas de algunos quedan, de verdad, con colchones de agua
El Lago de Valencia continúa creciendo, desbordado, sin control, engullendo caseríos aledaños con sus casas, calles y enseres de la gente. Sus linderos ya arropan buena parte de Aragua, pero el gobierno nada hace para controlar la situación. Ni hablar de lemna, infecciones y demás pestes que pudieran desatarse. El agua llega hasta la mitad de los postes, supera la altura de las ventanas y hasta las camas de algunos quedan, de verdad, con colchones de agua. Y allí, el twitter, el celular, el espacio mínimo para clamar por ayuda y atención. RT@Inundado: comandante @chavezcandanga, aquí le escribo desde lo que eran las calles de por mi casa. Le pido me cambie el viejo malibú por un modelo nuevo de curiara socialista iraní, por lo menos para esperar que su gobierno baje la cadena y el agua se vaya.
Cort. TalCualDigital
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